Listeriosis: qué es, síntomas, causas y prevención

La infección por listeria, o listeriosis, está causada por la ingestión de alimentos contaminados por la bacteria Listeria monocytogenes.

Esta semana, Mercedes G. Mirón, Experta universitaria en Nutrición y Dietética Humana, nos habla sobre la listeria, una infección originada por ingerir alimentos contaminados.

¿Qué es la listeria?

La infección por listeria, o listeriosis, está causada por la ingestión de alimentos contaminados por la bacteria Listeria monocytogenes.

Síntomas de la listeriosis

La síntomatología más común incluye:

  • Fiebre.

  • Naúseas.

  • Diarrea.

  • Dolor muscular.

Aunque el periodo de incubación habitual es de unas 3 semanas, la enfermedad puede aparecer entre 3 y 70 días tras la ingesta del alimento contaminado y los síntomas perdurarán hasta que la infección desaparezca.

Estos son tan comunes que pueden pasar desapercibidos o confundirse con los de una gripe.

Sin embargo hay una forma más agresiva denominada listeriosis invasiva. En ella la infección se disemina fuera del intestino y causa síntomas más severos:

  • Dolor de cabeza.

  • Confusión.

  • Rigidez en el cuello.

  • Cambios en el estado de alerta.

  • Pérdida de equilibrio o dificultad al andar.

La complicaciones incluyen el desarrollo de meningitis bacteriana, endocarditis (infección de las válvulas del corazón) y sepsis (el cuerpo tiene una fuerte respuesta inmunitaria frente a la infección bacteriana).

Causas de la listeria

Como ya hemos dicho anteriormente, la Listeriosis se desarrolla tras el contacto con la bacteria Listeria monocytogenes. Este contacto se produce frecuentemente al comer alimentos contaminados, pero una mujer embarazada puede transmitírsela a su hij@ a través de la placenta.

El hábitat natural de la bacteria es el suelo, el agua y las heces de los animales. También puede vivir en la comida, el equipo y maquinaria empleado para producir determinados alimentos y en cámaras frigoríficas.

Habitualmente se contrae a través de alimentos considerados de alto riesgo:

  • Cárnicos procesados, incluyendo fiambres, salchichas y patés.

  • Pescados y mariscos ahumados.

  • Leche cruda y otros lácteos realizados con ella, como es el caso de algunos quesos. Entre otros: Cabrales, Torta del Casar, Brie,Camembert, Parmesano y/o gran variedad de quesos curados y semicurados de oveja. Aunque son especialmente peligrosos los de pasta blanda como el Brie, el Camembert o la Torta del Casar.

  • Vegetales y frutas crudas que no han sido lavadas adecuadamente.

Tal y como explica el Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC) (agencia dependiente del Departamento de Salud de Estados Unidos) en la actualidad, los brotes de Listeria generalmente están relacionados con productos lácteos, frutas y verduras.

Población de riesgo

Cualquiera puede contraer la enfermedad, pero aquellos que se consideran de alto riesgo son:

  • Mujeres embarazadas.

  • Adultos mayores de 65 años.

  • Personas con un sistema inmunológico deprimido:

    – Pacientes que padecen: cáncer, diabetes, enfermedad hepática o renal.

    – Que hayan sido trasplantadas recientemente.

    – Que estén tomado fármacos inmunosupresores (Prednisona u otros empleados para tratar enfermedades autoinmunes).

¿Cuándo acudir al médico?

En caso de haber consumido algún alimento de alto riesgo que haya sufrido una alerta sanitarias por parte de las autoridades pertinentes, tal y como sucedió recientemente con los productos cárnicos de “La Mechá” o está sucediendo con una serie de lotes de quesos franceses de leche cruda que están siendo investigados, es recomendable prestar atención a los síntomas de una posible infección (como tener fiebre por encima de los 38ºC) y acudir a nuestr@ médic@ en caso de ser así.

Es especialmente importante cuando se pertenece a alguno de los grupos de alto riesgo.

¿Cómo se diagnostica la listeria?

La infección por listeria puede ser diagnosticada mediante el cultivo bacteriano de una muestra de fluido, como, por ejemplo, sangre. En ocasiones también se puede realizar a través del líquido cefalorraquídeo o de la placenta de mujeres embarazadas.

Tratamiento de la listeria

Aplicar un tratamiento con antibióticos de forma temprana puede reducir los síntomas y prevenir posibles complicaciones. Fundamentalmente cuando la sintomatología es severa y no se posee un buen estado de salud general.

Prevención de la listeriosis

Para evitar contraer una infección por listeria es importante llevar a cabo una serie de medidas de seguridad e higiene alimentaria:

  • Limpiar adecuadamente manos, superficies de trabajo y utensilios de cocina con agua caliente y jabón. Es imprescindible lavarse las manos antes y después de manipular alimentos, así como las zonas de trabajo y herramientas que se han utilizado. Siendo minuciosos en estos aspectos reduciremos la posibilidad de contaminación cruzada .

  • Lavar frutas y verduras a fondo. Para ello emplearemos agua corriente y un cepillo. Realizaremos esta operación aunque vayamos a pelar la fruta y la verdura cruda antes de comerla.

  • Cocinar carne y pescados por encima de 80ºC y evitar consumirlos crudos.

  • Recalentar las sobras de alimentos. Es importante que estas vuelvan a ser cocinadas a altas temperaturas antes de ser ingeridas. A fin de asegurarnos de que se hace adecuadamente tendremos que esperar a que alcancen el punto de humeo.

  • Evitar los alimentos que pueden ser fuente de contagio, especialmente cuando se forma parte de los grupos de alto riesgo. Por ejemplo: lácteos no pasteurizados, fiambre, cárnicos procesados, salchichas, paté y/o pescado ahumado.

  • No consumir bocadillos y sándwiches envasados y refrigerados que incluyan alimentos como huevos, embutidos o pescado.

  • Limpiar el frigorífico regularmente. Desinfectando baldas, cajones, asas y tiradores, con agua caliente y jabón a fin de matar las posibles bacterias.

  • Mantener la temperatura correcta. La bacteria de la listeriosis no muere a bajas temperaturas, pero un frigorífico que se mantiene frío puede ralentizar y minimizar el crecimiento bacteriano. El refrigerador no debería superar los 4ºC y el congelador -18ºC.

  • Ser exhaustivos en el modo de organizar los alimentos en la nevera. Tanto los alimentos crudos como los cocinados han de permanecer envasados correctamente y separados entre sí.

Bibliografía

Centro de Control de Enfermedades

Información y documentación de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN)

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Estudiante del Ciclo de Grado Superior de Dietética y Nutrición Humana. Experta universitaria en Nutrición y Dietética Humana (Universidad de Cádiz). Asesora de Lactancia Certificada (EduLacta). Diplomada en Educación Infantil (Universidad de Salamanca). Diplomada en Educación Especial  y Graduada en Educación Primaria (Universidad Camilo José Cela).

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