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¿Qué es la trocanteritis?
La troncanteritis o, también llamada, bursitis trocantérea es la inflamación de las bursas (bolsitas llenas de líquido sinovial situadas entre los huesos y los tendones que impiden el roce directo entre ambas estructuras actuando de almohadillas ) a nivel de la articulación de la cadera, explica la fisioterapeuta, Laura Flores.
¿Quién padece la troncanteritis?
Existen dos grupos de personas más susceptibles a padecer esta lesión:
- Por un lado, los deportistas, en los cuales la articulación de la cadera sufre por sobreuso. Así, sobre todo, los corredores son muy propensos a tener esta lesión ya que se une el impacto en la cadera de la carrera y el movimiento repetitivo de la misma.
- Por otro, las mujeres que al tener las caderas más anchas anatómicamente existe más roce entre los tendones y las partes óseas. Es muy común en mujeres a partir de los 40 años.
La trocanteritis puede llegar a ser muy limitante haciendo cojear a la persona que la padece e incluso teniendo que parar la actividad física que se esté realizando.
Anatomía de la cadera
Para entender lo que ocurre en esta lesión vamos a conocer la anatomía de la cadera. Como cualquier articulación está formada por varias estructuras:
- Musculatura glútea, tensor de la fascia lata, isquiotibiales, cuádriceps y aductores.
- Huesos coxales y el fémur (se llama trocánter a la parte superior del fémur, lugar de inserción de varios músculos de la cadera).
- Ligamentos articulares, cápsula articular y cartílagos.
- Bursas: en la cadera hay cuatro.
Mecanismos lesionales
La trocanteritis suele aparecer por golpes o traumatismo directos en la cadera (por ejemplo, un portero de fútbol que se tira de manera constante a por la pelota) pero lo habitual es que aparezca por un sobreuso o sobreesfuerzo de la articulación de la cadera.
Hay determinados factores que hacen susceptible a una persona a padecer trocanteritis (lo cual no quiere decir que la vaya a tener) como, por ejemplo, debilidad en la musculatura adductora o alteraciones en la biomecánica del pie, la rodilla o incluso la espalda (escoliosis).
Síntomas de la trocanteritis
- Está muy relacionada con la inflamación del tendón del músculo tensor de la fascia lata por lo que el dolor suele bajar por la parte lateral de la pierna siguiendo su recorrido.
- El dolor aumenta al abrir la cadera, sentarse, ponerse de cuclillas o subir escaleras o durante la actividad física.
- Dolor a la palpación y compresión de la zona de la cadera (dormir del lado afectado)
- Hormigueos en la parte externa de la pierna e incluso, debilidad muscular.
- Dificultad para la marcha que provoca cojera.
Diagnóstico
Normalmente, la sintomatología es tan clara que una valoración con una exploración física adecuada nos confirma el diagnóstico.
Tendremos que centrarnos en la zona de la pelvis y en las lumbares, puesto que bloqueos vertebrales a esta altura pueden desembocar en limitaciones en la cadera.
Si el dolor perdura en el tiempo sería conveniente proceder a la realización pruebas médicas como una radiografía, ecografía o resonancia para descartar otras lesiones como artrosis, necrosis avascular, etc.
Es necesario realizar un correcto diagnóstico diferencial para que el tratamiento sea más efectivo puesto que la trocanteritis puede confundirse con otras patologías al compartir cierta sintomatología como, por ejemplo, el síndrome del piramidal que da dolor reflejo hacia la cadera.
Tratamiento de la trocanteritis
Como tratamiento médico, suelen proceder a la prescripción de antiinflamatorios, infiltración de corticoides y, en casos más crónicos, puede ser factible la cirugía.
En fisioterapia aplicaremos electroterapia antiinflamatoria como ultrasonidos, analgésica como los TENS, crioterapia (aplicación de frío) descargaremos con terapia manual el tensor de la fascia lata, glúteo medio o piramidal y toda la musculatura implicada en la cadera y que observemos en la valoración del paciente que está afectada.
Así mismo, se pueden usar técnicas más invasivas como la punción seca u osteopatía nos encontramos ante rigideces articulares a nivel de las vértebras lumbares, sacro o incluso articulación de la cadera.
Se le indicará al paciente, cuando el dolor sea agudo, cierto reposo relativo. Además, se le prescribirá una serie de estiramientos a realizar en casa (aductores, glúteos medio, piramidal, tensor de la fascia lata).
Es muy importante recalcar que los estiramientos deben ser suaves e indoloros y deben comenzar a hacerse cuando el dolor haya disminuido.
Y, por último, la persona lesionada realizará un protocolo de fortalecimiento de la musculatura que conforma la cadera cuando el dolor haya disminuido.
Recomendaciones
Mientras el dolor esté en fase aguda evitaremos:
- Dormir del lado de la cadera afectada puesto que la compresión aumentará el dolor.
- Si dormimos del lado contrario colocaremos una almohada entre las rodillas para mantener la pierna paralela a la superficie de la cama.
- Mantenerse mucho tiempo de pie quieto o sentado. Evitar asientos bajos puesto que la cadera está más flexionada y, por tanto, las estructuras musculares y articulares se encuentran con mayor tensión.
- Deportes de alto impacto (correr).