“Hay muchas definiciones sobre lo que es el suicidio, pero una de las que más me gusta a mi es la que dice que cuando una persona está sufriendo enormemente, por múltiples factores, entonces decide acabar con su propia vida”, explica Javier Jiménez- Presidente de la Asociación de Investigación, Prevención e Intervención del Suicidio (RedAIPIS).
Índice de contenidos
- 1 ¿Qué es el suicidio?
- 2 ¿Qué factores influyen en el intento de suicidio?
- 3 Cualquier persona es susceptible a llegar a ese punto
- 4 ¿Cuáles son las señales de alerta de que una persona está pensando en suicidarse?
- 5 ¿Cuáles son los mitos sobre el suicidio?
- 6 ¿Existen campañas de prevención del suicidio?
- 7 ¿Por qué, ante la dimensión de éste problema, no hay campañas de prevención?
- 8 ¿Qué significa hablar bien del suicidio?
- 9 ¿Por qué no se habla del suicidio?
- 10 ¿Quiénes estamos preocupados por esto?
- 11 ¿Qué hacer ante el riesgo de suicidio adolescente?
- 12 Estrategias de actuación ante la conducta suicida
- 12.1 Tener disponibles teléfonos de emergencia y ayuda
- 12.2 2. Limitar el acceso a posibles medios lesivos
- 12.3 3. No dejarle solo
- 12.4 4. Mejorar las habilidades de comunicación: preguntar y escuchar.
- 12.5 5. Autocuidado del personal educativo y del entorno escolar.
- 12.6 6. ¿Qué hacer tras un intento de suicidio de un alumno que ha trascendido públicamente?
- 12.7 7. Ante un suicidio consumado de un alumno, ¿cómo ayudar a elaborar el duelo?
- 12.8 8. Si el suicidio se ha realizado delante de los compañeros…
¿Qué es el suicidio?
Cuando se habla de suicidio, se suele ir a buscar la definición que da la Real Academia de la Lengua, porque lo que unas personas consideran suicidio, para otras no lo es.
Por ejemplo, una persona que acaba consigo misma sin ser consciente de que lo está haciendo y esa persona está con un brote psicótico, eso no está considerado como un suicidio, sin embargo, esta persona acaba con su propia vida. Ésta persona se creía Superman, no quería matarse, quería volar y se tiró al vacío.
Lo determinante es la voluntad, la decisión consciente de querer suicidarse.
Hay gente que realiza intentos de suicidio y no era su voluntad acabar con su vida, era llamar la atención, pero se le ha ido de las manos.
Lo que parece muy claro y simple, solamente en el propio término de suicidio, tiene muchos pequeños matices.
Por eso en AIPIS decimos que el suicidio puede tener muchas definiciones pero nos gustaría que se entendiera como una solución radical al sufrimiento psicológico intolerable, que la persona al verse superada en recursos y capacidad de afrontamiento no ve otra salida y decide acabar con su vida.
¿Qué factores influyen en el intento de suicidio?
Hay dos patrones o denominadores comunes que son el sufrimiento psicológico intolerable de la persona y pensar que está haciendo un favor a la familia.
Por un lado, la desesperanza. Piensas que no hay forma de dejar de sufrir de otra manera que acabar con tu propia vida.
Ni siquiera aspiras a ser feliz, sólo a dejar de sufrir, porque piensas que el sufrimiento que tienes se va a mantener de por vida, es intolerable y la única forma de eliminarlo es quitándote la vida.
Lo que no entienden muchas veces los familiares, por ejemplo, “como una madre que tiene 3 hijos menores a cargo, en una familia totalmente estructurada, económicamente estable, con trabajo, sin problemas físicos significativos, decide acabar con su vida y dejar a sus hijos que la necesitan y la quieren”.
Pues porque esa madre piensa que le está haciendo un favor a su familia, piensa que “para tener una madre así, mejor no tenerla”, aunque sea una madre excelente, una mujer excelente, una compañera excelente, tiene una visión distorsionada de su propia forma de ser, de su propia autoestima…
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Los factores de riesgo podrían dividirse en:
Personales:
-presencia de una enfermedad física que consideras que va a deteriorar mucho tu vida y te va a convertir en dependiente de otras personas.
– tener diagnósticos de enfermedades mentales: depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia, trastorno límite de la personalidad…
– intentos previos de suicidio.
- Personas con alto nivel de auto exigencia
- Personas con Alta Sensibilidad (PAS)
Familiares:
– antecedentes familiares: “si tu abuelo y tu padre solucionaron sus problemas matándose, ¿por qué no lo vas a hacer tú?”
– pertenecer a una familia con altos niveles de crítica y hostilidad.
– una familia desestructurada, con abuso de alcohol, drogas, maltrato físico, psicológico o sexual.
Sociales:
- desempleo,
- ausencia previa de red social de apoyo,
- dificultad para acceder a servicios socio sanitarios especializados de salud mental o de servicios sociales, (no confías en ellos o nos tienes derecho a ellos),
- presencia de acontecimientos negativos vitales como la muerte de una persona querida, la ruptura de pareja, acoso escolar, problemas legales, policiales, económicos, laborales, etc.
Hay múltiples factores de riesgo, pero uno de los principales son los intentos de suicidio previos.
Cualquier persona es susceptible a llegar a ese punto
Ahora puedo estar súper feliz y de pronto meterme en unos problemas tremendos, por ejemplo, tengo un despiste, atropello y mato a alguien, a partir de ahí tengo sentimientos de culpabilidad, tengo problemas judiciales, económicos, familiares…
Nadie esté a salvo de tener algún tipo de acontecimiento que le lleve a ese punto pero es más habitual en gente que ya está metido dentro de todo un ambiente familiar o personal desestructurado.
Por ejemplo, en el caso de las personas que consumen sustancias, no es sólo por el hecho de consumirlas sino por todas las esferas de tu ámbito que se deterioran: pierdes el trabajo por lo que tienes problemas económicos, eso hace que tengas problemas familiares, entonces bebes, tienes un accidente, te detienen y vas a la cárcel…
La conducta suicida es muy variopinta, entonces es multifactorial, multicausal, es raro que haya una sola causa.
El principal predictor de que una persona realice un suicidio consumado, son los intentos de suicidios previos que ha tenido, lo que pasa es que hay que saber valorar esos intentos previos.
Por ejemplo, cuanto mayor grado de ocultación, más riesgo.
A más número de intentos, más riesgo.
A mayor letalidad del método, más riesgo.
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¿Cuáles son las señales de alerta de que una persona está pensando en suicidarse?
Dentro de las señales de alerta que tiene que tener en cuenta un familiar, un ser querido o un profesional son:
– Comentarios relacionados con el acto suicida, la muerte. “Me gustaría desaparecer” “Quiero descansar” “No sé seguir viviendo” “Me pregunto como sería la vida si estuviese muerto” Eso es muy frecuente.
– Despedidas. De pronto esa persona va a despedirse de los abuelos, de los tíos, y esa despedida y ése afecto es porque se va a suicidar. La familia no lo entiende: “Ay, qué cariñoso está”, dicen.
– Cambios. Puede ser una señal de alerta un cambio repentino de conducta. A veces, sucede que ves a una persona deprimida durante muchísimo tiempo y de pronto, sin que ocurra nada en su vida, le ves una súbita mejoría, eso despista mucho a los familiares.
Esto puede significar que la persona ya sabe como acabar con todo, con su sufrimiento. Saber cómo va a acabar con su sufrimiento hace que le cambie el semblante, que se arregle, que empiece a hacer documentos preparatorios para cuando no esté… Los familiares le ven activo y no entienden lo que le ha ocurrido.
– Aparición de laceraciones recientes en el cuerpo, eso es porque ha habido algún intento previo.
– Regalos. La persona empieza a regalar objetos personales. Nadie entiende que regalan esas cosas porque ya no las va a necesitar.
– Búsquedas en Internet de como suicidarse, muy típico en adolescentes. Lamentablemente existen páginas y blogs que detallan como hacerlo.
¿Cuáles son los mitos sobre el suicidio?
– Preguntar a la persona si se quiere suicidar es darle la opción. NO, al contrario, hay que preguntar.
– Quien expresa su deseo de suicidio, nunca lo hará. NO. Al contrario, mucha gente avisa.
– Si lo ha intentado y no lo ha conseguido es que no se quiere matar. NO, muchas personas antes de suicidarse hacen varios intentos previos.
– Nunca te van a avisar porque es algo impulsivo. NO, hay que clarificarlo, porque con frecuencia mandan señales de alerta que nadie nos ha enseñado a interpretar.
– Sólo se suicidan las personas que tienen problemas muy graves. NO, mucha gente dice que el suicida tenía una vida ideal y no se lo explican, pero ésa persona estaba sufriendo, tenía problemas emocionales.
¿Existen campañas de prevención del suicidio?
A nivel nacional no hay ningún tipo de programa o campaña de prevención.
El suicidio es la primera causa de muerte no natural en España desde el año 2008, por disminución de las otras causas.
Se suicidan una media de 10/11 personas al día en España, según datos del INE. Si te vas a datos de anatómicos-forenses (Institutos de Medicina Legal) salen muchos más.
El grueso de la gente que se suicida está en los hombres varones de 40 a 50 años, porque es donde más población hay.
Pero son los adolescentes y los ancianos son los que más preocupan.
De los 15 hasta los 25 años se está convirtiendo en la primera causa de muerte.
Antes eran los cánceres y los ataques al corazón, pero como hoy en día hay mejores medios, mejores pruebas diagnósticas, mejores tratamientos, mejores fármacos, todo ha evolucionado para que mueran menos adolescentes por esas causas.
Pero los suicidios, aunque no aumenten de manera alarmante, como las demás causas disminuyen, va convirtiéndose en la primera causa.
Hace 10 años morían aproximadamente 6000 personas al año por accidentes de tráfico, ahora ha bajado aproximadamente a 1800 porque hay mejores carreteras, carnet por puntos, radares, campañas de medios de comunicación, campañas de prevención, etc.
Sin embargo, para prevenir este tipo de muertes por suicidios, no se hace nada. Según sea un tipo de muerte u otro, unas preocupan y otras no.
Hay programas a nivel de comunidades autónomas, a nivel provincial o de algún hospital en una determinada provincia, pero a nivel nacional no hay nada.
Los programas sobre el papel están muy bien, pero prácticamente ninguna comunidad autónoma le dota de suficientes medios económicos y humanos para desarrollar ese programa de prevención.
Casi en todo el mundo, exceptuando en China y en India, se suicida una media de 3 hombres por cada mujer.
Los intentos de suicidio son al revés, hay una media de 3 mujeres por cada hombre.
Éste tema es extremadamente polémico. Porque no se sabe la causa, el INE solo aporta como datos: sexo, edad, comunidad autónoma, metodología suicida y mes. Todos los meses es más o menos igual por lo que no aporta nada significativo.
No hay ni una sola pregunta del tipo: ¿posibles factores desencadenantes de que la persona se haya suicidio?
¿Por qué, ante la dimensión de éste problema, no hay campañas de prevención?
No hay campañas de prevención porque erróneamente se considera que hablar de suicidios provoca suicidios, cuando verdaderamente no es así. Hablar de manera incorrecta del suicidio puede provocar suicidios, pero hablar de manera correcta del suicidio, lo previene.
Lo que no se puede hacer es no hacer nada cuando todos los días se suicida una media de 10 personas.
Tenemos casos reales, con nombres y apellidos, de suicidios desde los 7 años. El INE informa “menores de 15 años”, sin detallar las edades exactas.
No hay formación en las universidades sobre conductas suicidas. Lo que hemos aprendido los psicólogos es porque hemos tenido pacientes y porque nos hemos formado por nuestra cuenta.
Lo primero es formar a los profesionales desde la base.
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¿Qué significa hablar bien del suicidio?
Lo primero de todo es hacer campañas de prevención del suicidio, dotándolas de medios económicos y humanos.
Hay que informar a familiares y profesionales cuáles son los factores de riesgo, factores protectores, señales de alerta de riesgo inminente, mitos, para que tengan herramientas para detectarlos.
Los medios de comunicación deben seguir unas normas básicas:
– No dar una explicación simplista al suicidio.
– No poner en la primera página de portada.
– No se puede poner al suicida de héroe o cobarde.
– No se pueden poner fotos de la persona que se ha suicidado.
– Poner que hay asociaciones que apoyan a familiares.
– Explicar que hay otras formas de solucionar los problemas.
¿Por qué no se habla del suicidio?
Que no se hable del suicidio es un problema de la sociedad.
Se está empezando a hablar en los medios de comunicación pero no han surgido nuevas asociaciones de profesionales, aunque sí de familiares. Hay 7 en España, una en Barcelona, en Bilbao, Navarra, Canarias, en Baleares, en Alicante y en Madrid (la nuestra que es mixta, profesionales y familiares).
Si hablar o leer de suicidio provocara suicidios, yo me leo todos los días 20 noticias de suicidios y llevo así 24 años.
La clave está en la persona que tiene una predisposición, que ya está pensando en matarse y ve que otra que lo ha hecho ha quedado como un verdadero héroe, “¿por qué no va a imitarlo?”
Pero en una persona sana y feliz, por jugar un juego como “La ballena azul” o “Momo”, no se va a suicidar.
Por un lado, está muy bien que se saque a la luz pública que una persona se puede suicidar por un acoso escolar bestial, pero no hay que darle una explicación simplista.
Desde el Concilio de Trento, se condena la figura del suicida a nivel religioso y estatal.
Aproximadamente durante 1500 años el suicida y su familia han sido duramente castigados en España y Europa, y aun sigue pasando en algunos países.
Le echaban de los cementerios, confiscaban los bienes de la familia, derruían la casa, la familia se quedaba sin nada… Entonces es normal que se cree un estigma y un tabú.
Hasta 1983 no se podía enterrar a una persona que se había suicidado en un cementerio católico o cristiano, había enterrarlo fuera del cementerio.
La explicación simplista del suicidio es que se suicidan los que tienen un trastorno mental, “si no lo estás, no tienes de qué preocuparte”.
Está la idea de que la gente se mata porque quiere, “ya ha dejado de sufrir”, pero en el mismo momento que esa persona ha dejado de sufrir, cuando se suicida tu único hijo, tu hermana querida, tu padre o tu abuelo, automáticamente ése sufrimiento se trasmite a su familia y seres queridos. “¿Por qué no me di cuenta?” “¿Por qué no me avisó?” “¡Cuánto sufría!”
Que un ser querido se suicide trae enorme sufrimiento, ¿cuántos no han pensado en suicidarse después de eso o no lo han hecho? Nadie hace estudios sobre esto.
¿Quiénes estamos preocupados por esto?
Siete asociaciones de particulares, ONG, asociaciones que no reciben ninguna ayuda económica. La mayor parte de asociaciones que se han creado son de supervivientes porque algún familiar suyo se ha suicidado.
La AIPIS no tiene local propio. El Colegio de Psicólogos de Madrid cede una sala para las reuniones de los profesionales y el Ayuntamiento cede un local cada 2 meses 3 horas para las reuniones de supervivientes.
La asociación está formada por 15 psicólogos y 45 supervivientes aproximadamente.
Se realizan muchas actividades: guías, cursos de formación, información a la prensa, estudiantes y profesionales, se orienta a familiares…
Lo que no hacen es terapia presencial ni grupal. Les escribe gente de Chile, de Venezuela, Guatemala, Colombia…No sólo de España.
Muy pocos países tienen programas de prevención del suicidio, algunos de ellos son Francia, Estados Unidos, Canadá, Australia, Finlandia, Suecia, Noruega y Bélgica.
Siempre hay que tratar todos los intentos de suicidio como reales y potencialmente letales.
Aipis es una organización independiente y sin ánimo de lucro dedicada a la investigación, sensibilización, prevención, apoyo a supervivientes, formación y elaboración de materiales de autoayuda sobre conducta suicida.
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¿Qué hacer ante el riesgo de suicidio adolescente?
El suicidio se está convirtiendo en la primera causa de muerte en adolescentes y jóvenes de 15 a 25 años, por disminución de las otras causas, explica Javier Jiménez- Presidente de la Asociación de Investigación, Prevención e Intervención del Suicidio (RedAIPIS)
Es importante saber detectar las señales de alerta de intento de suicidio así como de los factores que influyen en que se produzca.
Desde Integra Salud Talavera consideramos fundamental trabajar unidos para la prevención del suicidio, por eso os traemos un pequeño resumen de la Guía para la prevención de la conducta suicida en adolescentes dirigida a docentes, escrita por Javier Jiménez- Presidente de RedAIPIS y editada por la Comunidad de Madrid.
La guía mencionada es muy completa y recomendamos su consulta. En éste artículo vamos a centrarnos en las estrategias de actuación ante el riesgo al suicidio.
Estrategias de actuación ante la conducta suicida
-
Tener disponibles teléfonos de emergencia y ayuda
Contactar rápidamente con la familia. Consulta la Guía de ayuda para familiares
Es muy importante que contemos con el apoyo de la familia y de los distintos agentes preventivos del suicidio: psicólogos, médicos, psiquiatras, enfermeros, trabajadores sociales y amigos.
Dentro del centro escolar, es útil establecer un sistema de localización telefónico de los profesores que han recibido formación específica sobre la conducta suicida.
En caso de riesgo grave de suicidio es oportuno adoptar medidas rápidas: no dejar solo al alumno, calmarle, llamar a padres o tutores, contactar con urgencias el 112, tomar medidas especiales en caso de acoso escolar.
2. Limitar el acceso a posibles medios lesivos
3. No dejarle solo
Involucrar a los profesores, amigos u otros compañeros. El sentimiento de soledad y de rechazo es uno de los riesgos vinculados a la ideación suicida. Activar el protocolo de actuación, si existiera, propuesto en los factores de protección de esta guía.
Aunque una persona haya sido dada de alta de una hospitalización por riesgo de suicidio, el riesgo puede persistir. Mantener el seguimiento.
4. Mejorar las habilidades de comunicación: preguntar y escuchar.
Escuchar a nuestro alumno sobre sus pensamientos y emociones relacionadas con la conducta suicida aliviará su tensión, le haremos ver que nos preocupa y que deseamos ayudarle. Consulta ésta guía de autoayuda.
Mantener la serenidad, el respeto, la sensibilidad y la comprensión. Hacerle entender que todas las cosas y las situaciones, cambian, salvo la muerte. Centrarse en hacerle ver todas las virtudes y capacidades que tiene como persona. Hacerle ver su valía como ser humano diferente a todos los demás.
Nunca juzgarle, ni verbalmente, ni de manera no verbal o gestual. No criticar, no discutir, no utilizar sarcasmos, ni desafíos. Tomar sus amenazas en serio. No entrar en pánico, no mostrar nuestro miedo. Si no sabemos cómo actuar, lo que si podemos hacer es escuchar con calma y buscar apoyo especializado en cuanto podamos. Argumentar en positivo acerca de lo importante que él o ella es para nosotros y para otras personas, sobre todo si conocemos quién o qué es lo que más le importa.
Es fundamental concienciar a los adolescentes que una intervención rápida, también por parte de ellos, puede salvar la vida de su amigo o compañero.
5. Autocuidado del personal educativo y del entorno escolar.
Puede ser recomendable que los educadores y cualquier otro personal del entorno escolar que se hubiera implicado activamente con una persona con riesgo suicida, soliciten ayuda especializada, no debiendo adoptar el papel de profesionales de la salud.
6. ¿Qué hacer tras un intento de suicidio de un alumno que ha trascendido públicamente?
- No silenciar el acto, pero solicitar autorización de padres y del propio adolescente antes de hablar sobre ello.
- Hablar sobre ello, sin juicios de valor.
- Crear redes afectivas de apoyo.
- Tratarle con normalidad, mantener una actitud de escucha respetuosa, respetar sus silencios, dejar que cuente lo que quiera, sin interrupciones.
7. Ante un suicidio consumado de un alumno, ¿cómo ayudar a elaborar el duelo?
- Silenciar el hecho, es un grave error. La consternación de lo sucedido conlleva a la necesidad de hablar del hecho. De alguna manera, el ayudar a los alumnos a expresar los sentimientos es el primer paso para elaborar el duelo de manera sana.
- Intentar desculpabilizar, es lo más importante. La sinceridad. Comunicar a los alumnos la realidad de lo que ha sucedido, eliminando la morbosidad. Durante la primera semana es fundamental seguir hablando del suicidio del compañero. Ayudar a que expresen sus sentimientos, temores, miedos y vivencias, a través de distintas actividades y según su edad cognitiva, como por ejemplo por medio de dibujos, redacciones o coloquios sobre el suicidio.
8. Si el suicidio se ha realizado delante de los compañeros…
Avisar al 112.
La policía y comitiva judicial acudirán al lugar. Es IMPORTANTE aportar cualquier dato, por absurdo que parezca, que pueda tener relación con un posible caso de Ciberbullying o acoso escolar. SIEMPRE debe darse conocimiento a la Fiscalía de Menores. El docente es autoridad pública y su palabra tiene la consideración de prueba de veracidad. JAMÁS deben facilitarse datos a los periodistas a riesgo de vulnerar derechos fundamentales.
Separar a los demás alumnos del lugar donde está el cuerpo del fallecido.
No tocar el cuerpo. En cuanto puedan, los tutores de cada sección deben comunicar a los alumnos lo que ha sucedido, para intentar controlar el alto impacto emocional que están sintiendo todos. Ayudarles a manifestar lo que están sintiendo y ofrecerles ayuda. Solicitar ayuda de personal experto.
¿Qué señales de alerta puede presentar otro alumno después del suicidio de su compañero?
Sentirse culpable de la muerte de su compañero o amigo. Que a raíz de lo sucedido haya cambiado de conducta y comportamiento. Que piense que suicidarse es un acto de valentía y que cuando se está sufriendo lo mejor es morirse, que todos te admirarán por ello. Que manifieste que a él tampoco le gusta vivir. Que haya convertido a su compañero fallecido en un héroe. Que no deje de hablar sobre la muerte. Que se haya informado de las diferentes maneras de suicidarse. Que haya amenazado con quererse quitar él también la vida.
En estos casos es esencial que el tutor docente se ponga en contacto con los padres del alumno, para orientarles y hacerles ver que su hijo necesita ayuda profesional especializada.