La sexóloga, María Jesús Martín, nos habla sobre los diferentes métodos anticonceptivos: barrera, hormonales y naturales.
Índice de contenidos
Métodos anticonceptivos de barrera
Los métodos barrera son todos aquellos que impiden el encuentro entre el esperma y el óvulo.
El preservativo es el único método indicado especialmente para los adolescentes porque evita el embarazo no deseado y, sobre todo, las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Trabajo mucho en institutos y para los adolescentes lo peor para ellos es el embarazo. Entonces empezamos a hablar del SIDA, la hepatitis, la gonorrea, el papiloma, la sífilis, y de las tantísimas enfermedades que hay por ahí, en ese momento se dan cuenta que lo peor no es tener un hijo.
En este tipo de anticonceptivos barrera también encontramos el diafragma. Es una especie de cúpula que se pone en la vagina un poco antes del encuentro sexual. Éste método no es desechable como el preservativo, el diafragma se puede lavar y volver a utilizar.
Métodos anticonceptivos farmacológicos
Entre los métodos farmacológicos o químicos tenemos aquellos que se basan en productos hormonales. Aquí encontramos la típica píldora que te tomas todos los días para evitar la ovulación y también los parches que se ponen en la piel que segregan hormonas que inhiben la ovulación.
Además existen dispositivos intrauterinos (DIU). Se insertan en el útero y cumplen la función de evitar la anidación de ese huevo que ya ha sido fecundado en las trompas.
La píldora del día después es muy popular entre los adolescentes pero no es un método anticonceptivo como tal, es un método de urgencia, de emergencia, no es para utilizar a diario sino en un momento dado.
Cada vez que una mujer se toma una de esas píldoras es una bomba. Si es una vez no pasa nada porque el cuerpo lo metaboliza pero si una adolescente que está todavía en pleno desarrollo y formación de todo su sistema genital empieza a coger la costumbre de tomar de forma regular una píldora del día después, no es consciente del daño que se puede estar haciendo.
En cuanto a este método hay una malísima información y educación que es necesario corregir.
Métodos anticonceptivos naturales
Antes de hablar de los métodos naturales, hago una pequeña mención de los métodos quirúrgicos como son la vasectomía y la ligadura de trompas que son radicales aunque, en algunas circunstancias, se han revertido.
En cuanto a los métodos anticonceptivos naturales, son aquellos en los que dejamos a nuestro organismo libre, sin ningún tipo de barrera ni hormona. Tomamos una serie de precauciones cuando vamos a tener una relación sexual.
Método Ogino
Entre los métodos naturales podemos encontrar el Método Ogino. Aquí tenemos en cuenta el día de nuestra ovulación, hacia el día 14, en un ciclo de 28 días. En este caso se consideran días con riesgo de embarazo los 4 a 6 días antes y los 4 a 6 días después.
Imaginamos a una mujer que desde el primer día de la menstruación hasta que se inicia el primer día de la siguiente regla han transcurrido 28 días. Esto no es matemático, en algunas personas son más días y en otras menos.
Aunque haya mujeres muy regulares, siempre hay cosas que nos alteran: hemos tomado alguna medicación porque hemos estado malas o hemos tenido emociones más fuertes que las habituales (buenas o malas).
Si el Método Ogino se basara en una regla matemática regular de 28 días, a lo mejor tendría su eficacia, pero no es así. Hay lugar a mucho error en éste método.
Temperatura basal
Otro método natural que hay es el de la temperatura basal. Actualmente hay aparatitos que la miden. Se basa en recoger la temperatura todos los días. Antes de levantarte por la mañana, colocas un termómetro en boca o incluso en vagina y vas anotando esa temperatura.
El riesgo de embarazo es cuando va a ser la menstruación, aumenta la temperatura de forma notoria (pico) cuando se produce la ovulación. El problema es que se conoce la temperatura a posteriori, cuando ya se ha producido la ovulación y por lo tanto es inexacto. Si tenemos una relación antes de ese pico, nos puede dar lugar a un embarazo.
En lo que sí nos da seguridad es que una vez que se ha producido el pico, es decir, que ya hemos ovulado, ya han pasado unas 48 horas de esa ovulación, sí que podemos tener una relación sin riesgo de embarazo.
Ambos métodos fallan mucho pero yo no los desaconsejaría en algún tipo de parejas. Por ejemplo, en aquellas que llevan mucho tiempo juntos, que conocen muy bien sus tiempos hormonales, que tampoco hay problema si viene un tercer hijo.
Método Billings
El tercer método que voy a mencionar es el Método Billings o del moco cervical. Consiste en autoanalizar el flujo vaginal de la mujer. El flujo cambia de aspecto antes de la ovulación y durante la fase ovulatoria, cuando te puedes quedar embarazada.
Antes de la ovulación el flujo es mucoso, blanquecino, si le pones entre los dedos se rompe, no es elástico. Este tipo de flujo indica que en este momento no habría peligro. Sin embargo, a lo mejor hoy no hay peligro, pero tenemos una relación, el esperma del hombre aguanta subiendo sus 36-48 horas y justo en ese momento se produce la ovulación y hay embarazo.
Durante la fase ovulatoria el flujo se va haciendo muy elástico y muy transparente
Lo importante de éstos métodos es saber como son las cosas y que cada uno vaya escogiendo sus herramientas.
La “marcha atrás”
He oído muchas cosas sobre la “marcha atrás”.
En una pareja estable, que se conoce desde hace mucho tiempo, sus ritmos, sus movimientos y en la que el hombre tiene ya una cierta madurez por la que sabe controlar cuando le viene la eyaculación, yo no le voy a decir a esa pareja que no la practique.
El problema es cuando la sexualidad la movemos entorno a la respuesta masculina. Es decir, cuando el hombre eyacula, “sale corriendo” y deja a la mujer a medias.
El hombre puede eyacular fuera y seguir jugando con su pareja de miles de maneras para que la mujer también alcance su orgasmo.
Por favor, valora en qué grado te ha resultado útil
esta entrada
[Total: 0 Average: 0]
