Nuestro cerebro y su funcionamiento ha sido siempre una caja de sorpresas por descubrir para la ciencia.
La forma en que nuestro cerebro procesa la información recibida del ambiente y el aprendizaje se denomina cognición.
Los llamados procesos cognitivos superiores (nuestras habilidades cognitivas más complejas) son los que nos distinguen nuestra especie de las demás.
Algunos tipos de estos procesos cognitivos superiores son: el lenguaje, el pensamiento, la imaginación, la creatividad, la motivación, la manera en que aprendemos.
Por eso, identificar en qué parte de nuestro cerebro se procesa la imaginación es uno de los hallazgos científicos más interesantes y recientes.
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¿Dónde podemos ubicar nuestra imaginación?
La respuesta fue publicada recientemente por investigadores del Dartmouth College de Hanover en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Los investigadores decidieron llevar a cabo un experimento en 15 personas que fueron expuestas a diversas imágenes visuales, mientras se les realizaba una resonancia magnética.
Los participantes observaban diferentes piezas sin una relación aparente, de forma que tuvieron después un corto período de tiempo (de solo unos segundos) para memorizar la figura en su mente, y resolver la operación que se les pidiera en cada caso.
De esta forma, los científicos vieron qué partes del cerebro eran estimuladas en los distintos casos.
¿Y cuáles fueron las conclusiones?, ¿dónde su ubica ese sector en nuestro cerebro?
Pues la respuesta fue que nuestra imaginación es producto de una compleja actividad de redes neuronales, no se origina en un único lugar.
Más bien existen distintos focos mentales donde se crea y trabaja la imaginación.
La importancia de activar tu imaginación
Podríamos decir que la imaginación es una forma de manipular las representaciones mentales.
Gracias a esta destreza, somos la única especie animal capaz de desarrollar creatividad y utilizar la imaginación en multitud de tareas artísticas y cotidianas.
Muchas de nuestras actividades diarias requieren de la imaginación: las artes visuales, la escritura, las matemáticas, la música o la danza. Todas estas tareas requieren de un complejo trabajo por parte de nuestro cerebro.
Y por eso ejercitar actividades que estimulan nuestra imaginación nos ayuda a mantener un cerebro activo y saludable.
Pequeñas historias
Había una vez, una niña en el medio del vasto, frondoso, cálido y misterioso bosque.
Caminaba sin saber hacia donde ir. No sabía que buscaba, pero intuía que tenía algo que encontrar.
Era un bioma extraño para ella. Había figuras maravillosas que se habían formado en el paisaje millones de años atrás. Todas ellas, parecían venir de lo más profundo de la tierra, como gigantescas obras de arte naturales, diseñadas con el más pulcro y exquisito detalle.
Podía sentir la energía que había dentro de cada figura, como un manzano en otoño, reposando y esperando que le toque florecer.
Pasaron varios días hasta que encontró algo que considero valioso, muy valioso.
No me ha contado que fue. Lo guardó como un secreto.
Un secreto bajo diferentes llaves.
Me han dicho lenguas poco confiables, qué furtivos personajes de una villa serrana viajaron meses enteros para intentar recopilar información y descifrar los enigmas que abrían las puertas del mayor misterio del corazón del bosque. Aquel que Belinda, descubrió y quiso proteger.
Intentaron… hasta que, supuestamente, lo lograron.
Nadie sabe en exactitud cómo sucedió, pero los caprichosos aldeanos, al ver el tesoro, cerraron sus ojos y volvieron a nacer.
Belinda pasó por casa hace unas semanas. No pude evitar preguntarle qué fue lo que descubrió.
Pero dice que en el fondo, yo ya lo sé. Y tú, que me lees, también lo intuyes.
Crea historias para mantener activa tu imaginación
Cuando imaginamos activamos redes neuronales muy específicas distribuidas a lo largo de todo nuestro cerebro.
Esta es una habilidad innata, y que no debemos dejar de promover.
Una actitud creativa, imaginativa hace la diferencia, pues a medida que crecemos, las rutinas de la vida diaria y el vivir en “automático” van oxidando nuestra capacidad de crear nuevos escenarios, recortando nuestro potencial.
La propuesta de nuestra redactora Silvina Aloero es animarnos a improvisar una historia cortita.
Todos tenemos un genio creativo en nuestro interior. Pero… ¿Cómo fortalecer nuestros procesos cognitivos superiores como la imaginación, la creatividad, el pensamiento?
Es simple: Ejercitando nuestra mente.
Saliendo de la rutina y ofreciéndole a nuestro cerebro nuevos estímulos que lo desafíen y despierten su curiosidad.
Por eso nos invita a entrenar nuestra mente para que se vuelva más ágil y se mantenga en estado creativo, puede ayudarte, no dudes en contactarla.
Me ha gustado mucho este artículo porque explica que la creatividad es una parte del ser humano a estimular. Tengo el placer de conocer a Silvina en una actividad porque estaba bloqueada y con ella salí maravillada de mi potencial. Estoy segura que todos los días imaginamos. La cuestión es ¿Qué imaginamos? ¿qué cocreamos con nuestra mente?