Esta semana la psicóloga de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras demencias de Talavera de la Reina (Afata), África Corrochano, nos habla cómo la pandemia del Covid-19 ha afectado a las personas con enfermedad de Alzheimer y otras demencias.
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Estado de alarma por la pandemia del Covid-19
El 11 de marzo la OMS declaró que se había producido una pandemia ocasionada por el coronavirus Covid-19 que afectaba a nivel mundial y que no solo era una crisis de salud pública, sino una crisis que afectaría a todos los sectores (económico, de comunicaciones, transportes, educativa, etc.).
El Gobierno de España, acogido al artículo 116.2 de la Constitución, declaró el estado de alarma, en todo el territorio nacional, desde el 14 de marzo motivado por el colapso del Sistema Sanitario por la pandemia producida por un virus desconocido.
Debido a su gran capacidad de contagio, desconocimiento de tratamiento y prevención, se habían paralizado en el país todas las actividades, salvo las esenciales.
Hasta el 21 de mayo ha durado el estado de alarma con periodos diferenciados de desescalada para llegar a una situación de “nueva normalidad” en la que aún se mantiene activo el virus y el Sistema Sanitario no puede atender a las/os ciudadanos de manera presencial, salvo afectaciones más urgentes.
Tiempo de confinamiento para un/a enfermo/a de Alzheimer u otra demencia
Consecuencias
Ante la alta propagación del virus se plantean recomendaciones de transcendencia en nuestra vida cotidiana, en nuestra vida social, de movilización, laboral, etc. Para aquellas personas dependientes, como es la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, es difícil comprender esta situación.
Ante esta situación se requiere
- Conductas saludables de higiene como método de prevención del virus
- Evitar el contacto cercano con personas que estén enfermas.
- Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca.
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Cubrir la tos o estornudar con un pañuelo desechable.
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Limpiar y desinfectar los objetos y las superficies que se tocan con frecuencia.
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Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón.
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Utilizar un desinfectante para manos a base de alcohol cuando no hay agua y jabón.
Prácticas que el cuidador/a de una persona con Alzheimer, con otra demencia, o un deterioro cognitivo sin especificar, tiene que supervisar o hacérselas en función del grado de dependencia.
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Observación de posibles síntomas de virus. Debido a múltiples patologías el cuidador/a ha tenido que soportar grandes dosis de angustia y de inseguridad.
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Distanciamiento con las personas que han sido un gran soporte emocional, tanto para cuidador/a como enfermo/a.
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Obligación de permanecer en casa, en ocasiones con espacios reducidos y de menor estimulación física, funcional y cognitiva. Falta de paseos en algunos casos, pues aunque estaba permitido por Real Decreto para personas con dependencia con conductas disruptivas, muchos de nuestros usuarios y sus familiares se han visto increpados por algunos vecinos y ciudadanos.
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Restricción de visitas de familiares al enfermo/a, y a su vez, no poder visitar a familiares residentes en residencias.
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Miembros del domicilio al permanecer en trabajos esenciales han tenido que mantener medidas muy estrictas de desinfección y distanciamiento con el resto de miembros del domicilio que con una persona con demencia al lado, ha supuesto un gran estrés y miedo al contagio.
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Familiares del domicilio con síntomas de covid-19, sin confirmar, pero que han necesitado cuarentena. En muchos casos, sin haberles hecho las pruebas de diagnóstico del Covid-19.
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El cierre de los centros de día ha obligado a muchas familias a reorganizar, sin premura, la vida para atender en condiciones de confinamiento a sus mayores con voluntad y pocos medios.
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Situaciones de pérdidas de familiares, amistades y gente conocida; con lo que, se ha incorporado el duelo como otro problema psicológico de difícil abordaje.
Afrontamiento
El cuidador/a ha estado ocupándose las 24h, en un alto porcentaje sin ninguna ayuda, teniendo en cuenta que, con frecuencia, es un mayor que cuida a otro mayor.
El miedo al contagio, tanto del cuidador/a con el enfermo/a de Alzheimer, enfermo/a vulnerable por la edad, el estado de la enfermedad y por la pluripatología que suele presentarse, junto con la imposibilidad de visitas médicas o de enfermería.
Impacto del Covid-19
El grupo de investigación de Neurociencias Clínicas, ha publicado un estudio en la revista ‘European Journal of Neurology’ donde se concluye el empeoramiento de los síntomas neuropsiquiátricos de las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer, así como un deterioro cognitivo leve durante las cinco semanas de confinamiento.
La Unidad de Trastornos Cognitivos de Lleida, ubicada en el Hospital Universitario de Santa María, ha analizado el impacto de la epidemia en 40 pacientes de la unidad observándose la agitación, la apatía y la actividad motora como los síntomas que más se han visto afectados en las personas que padecen la enfermedad y deterioro cognitivo leve.
Intervención de Asociaciones de Alzheimer
Desde la Federación FEDACAM, Federación de Asociaciones de Alzheimer de Castilla la Mancha, que ha estado en constante comunicación con las Asociaciones de la Comunidad, han aportado datos importantes:
– El 53% de los enfermos han empeorado.
– El 6 % de los enfermos han fallecido (el 3% por COVID-19 o posible COVI-19).
– Los cuidadores han incrementado su deterioro físico y psicológico y se muestran cansados, estresados y agotados.
Las Asociaciones
– Han habilitado servicios de atención telefónica. En los dos meses de confinamiento se han realizado más de 18.000 seguimientos telefónicos.
– Se han realizado seguimientos periódicos.
– Se ha preparado material cognitivo, de actividad física y cognitiva para continuar las terapias, se han enviado por mail o se han llevado a los propios domicilios y se han recogido para evaluarlos.
– Se ha adaptado el programa de estimulación cognitiva en Alzheimer a través de las nuevas tecnologías subvenciona por la Dirección General de Mayores a FEDACAM. Se ha trabajado con NeuronUp desarrollando la estimulación en el domicilio de nuestros pacientes.
– Se han elaborado videos tutoriales.
– Atención psicológica y Grupos de Ayuda Mutua de forma telemática.
Nueva situación
Los y las enfermos/as de Alzheimer no han tenido los recursos sociosanitarios necesarios con normalidad debido a esta pandemia. Las asociaciones tienen que planificar una nueva etapa que supone un esfuerzo económico. Se están elaborando y reelaborando protocolos de intervención.
A pesar de que el Covid-19 está presente en nuestro país, el Plan Nacional de Alzheimer 2019-2023, publicado por el Ministerio de Sanidad, fue aprobado el pasado mes de octubre tanto por el Consejo Territorial de Servicios Sociales como por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
Dicho plan propone objetivos y medidas transversales de reducir el impacto de la enfermedad para mejorar el diagnóstico de la enfermedad, la atención a las personas afectadas y a los familiares que los cuidan.