Estigma social y educación

El estigma hace que la persona deje de recibir el trato y la consideración humana que por derecho le corresponde, viéndose afectado en su dignidad y produciéndose aislamiento.

estigma social
Fuente: Free-Photos

La psicóloga forense, Laura Corrochano, nos habla sobre el estigma social y su influencia sobre la salud de las personas.

Vivimos en una sociedad que posee valores que ensalzan la justicia e igualdad, sin embargo, en la realidad, muchas personas se sienten rechazadas y discriminadas por pertenecer a determinados grupos y categorías sociales.

¿Qué es el estigma social?

El autor Erving Goffman utiliza el término estigma para referirse a un atributo profundamente desacreditador.

Así pues,  estigma, se podría definir como la posesión de algún atributo o característica que devalúa a la persona o grupo que lo posee, haciéndola diferente y menos deseable de lo que se esperaría dentro de un contexto social determinado.

 

Los demás poseen estereotipos, actitudes y creencias negativas que acaban produciendo que los miembros de estos grupos sean discriminados y excluidos.

 

Los grupos sociales que tienden a ser estigmatizados, tienen que ver con cuestiones de sexo, género, raza y enfermedad mental, entre otros.

¿Por qué se produce el estigma social?

Se produce cuando una persona posee de forma real o a ojos de los demás, algún atributo o característica que le proporciona una identidad negativa o devaluada en un determinado contexto. La distinción entre grupos, el etiquetado y la separación entre “nosotros“ y “ellos” son algunos de los elementos que infieren en su creación.
El proceso de estigmatización implica una serie de pasos, como son:
  • Etiquetado cognitivo: identificación de una determinada diferencia o marca que afecta a un grupo de personas, característica social más saliente.
  • Estereotipia: la etiqueta va acompañada de una representación negativa, en función de creencias culturales prevalentes.
  • Separación cognitiva: se empiezan a crear dos grupos separados, se consideran como un grupo diferente y aparte: «ellos» frente a «nosotros».
  • Reacciones emocionales de quien estigmatiza:  miedo, ansiedad, irritación, compasión.
  • Reacciones emocionales de quien resulta estigmatizado: miedo, ansiedad, vergüenza.
  • Pérdida de status del grupo estigmatizado: afecta consecuentemente a la persona o grupo estigmatizado, dando lugar a resultados diferentes y habitualmente desfavorables en distintas áreas.
  • Discriminación: conductual, acción de separar.
Distinguimos entre Estigma Público, aquellas reacciones del público general hacia un grupo basadas en el estigma sobre ese grupo y El Autoestigma que se refiere a las reacciones de los  individuos que pertenecen a un grupo estigmatizado y vuelven las actitudes estigmatizadoras contra ellos mismos.

¿Cuál es la relación entre un estereotipo y un estigma?

Encontramos  diferentes aspectos cognitivos (pensamiento), emocionales (emoción) y conductuales (acción), que desempeñan un rol en el desarrollo del estigma: estereotipos, prejuicios y discriminación.

 

Los Estereotipos son creencias referidas a características o rasgos de miembros de grupos sociales específicos. Se diferencian con el estigma en que los rasgos del estereotipo son negativos y positivos, los del estigma sólo negativos.
Son formaciones cognitivas con fuerte influencia en el procesamiento de la información social que recibimos, cuando se activan interfieren directamente en nuestros pensamientos, decisiones e incluso comportamientos.
Los Prejuicios son actitudes negativas hacia miembros de grupos sociales específicos,  se activan de manera prácticamente automática debido a que tenemos fijados previamente unos estereotipos, incorporando además una carga emocional.
Influyen en nuestros pensamientos, creencias y sentimientos con respecto a las personas que pertenecen a determinados grupos.
Los Estereotipos y Prejuicios pueden conducir a la Discriminación, entendida como comportamientos negativos dirigidos hacia miembros de grupos sociales que son objetos del prejuicio. Es observable a través de actos manifiestos de las personas hacia ciertos grupos sociales.
Los estereotipos y el prejuicio por sí solos no son suficientes para el estigma. Además, hace falta poder social, económico y político para estigmatizar.

Consecuencias del estigma social

El estigma hace que la persona deje de recibir el trato y la consideración humana que por derecho le corresponde, viéndose afectado en su dignidad y produciéndose aislamiento.

 

Afecta directamente a las relaciones personales, familiares, afectivas, sociales, a la vida profesional, es decir, a todos los aspectos que influyen en el desarrollo de las personas.
Se observa que se producen emociones de miedo, ansiedad y vergüenza en los grupos más vulnerables y algunas personas estigmatizadas vuelven el prejuicio contra sí mismas aprobando los estereotipos y prejuicios. Se sienten débiles e incapaces de cuidar de sí mismos.
El autoprejuicio conlleva reacciones emocionales negativas, especialmente  contra la autoestima y autoeficacia, que se reflejan e influyen en sus comportamientos, pueden fracasar en buscar un trabajo, en aprovechar oportunidades para vivir independientemente, en general para el desarrollo personal.

 

Si bien, no todos los grupos de estigmatizados reciben el mismo grado de rechazo, hay grupos en los que el rechazo es generalizado y otros solo en determinados aspectos.

 

Los efectos y la forma de afrontarlo no son iguales en todos los casos. Depende de cómo las personas pertenecientes a esos grupos lo perciben, la actitud de los demás hacia ellas y de qué estrategias emplean para hacer frente a la estigmatización.

 

Las personas que no se identifican con el grupo estigmatizado tienen más posibilidades de permanecer indiferentes al estigma porque no sienten que los prejuicios y la discriminación se refieran realmente a ellos.

 

Por el contrario, encontramos que los estigmatizadores con su conducta, refuerzan sus prejuicios individuales y sociales, así como incentivan la discriminación.

 

Estigma en la salud mental

La estigmatización de los enfermos mentales es un fenómeno muy común tanto en Occidente como en otras culturas, se los observa en muchas ocasiones como una figura peligrosa, asociada a la agresividad y a la conducta violenta, debido al miedo a un ataque por su comportamiento impredecible.

 

Con frecuencia se los percibe como “extraños” y en muchas ocasiones se acaba evitando el contacto con ellos.

 

Esto produce que tengan dificultades en oportunidades de empleo, en las relaciones sociales, sufriendo problemas muy graves en el ámbito social y familiar debido a los efectos de la misma enfermedad (tienen menos motivaciones, baja autoestima, depresión, desórdenes del pensamiento, episodios psicóticos, etc.) y a la falta de apoyo y comprensión que reciben de los demás, lo que deriva en un problema de aislamiento.

 

Esto tiene consecuencias negativas para el bienestar psicológico de la persona, con consecuencias graves tanto para la autoestima social como personal. Suelen sufrir pesimismo, desesperación y  percepción de baja competencia debido a que interiorizan los mensajes negativos que se encuentran en el medio social en el cual viven y volverlos contra sí mismos

 

Hay personas que ocultan la información de que padecen un trastorno, por miedo y vergüenza debido a la estigmatización existente. Esto les genera ansiedad, estrés, a estar constantemente en alerta y en algunas ocasiones, rehúsan de someterse a tratamiento médico.

 

¿Se puede prevenir la estigmatización?

 

Como se ha visto anteriormente, la estigmatización es una cuestión sociocultural, por lo que el proceso de socialización y educación de los padres, compañeros, medios de comunicación e instituciones  juegan un papel fundamental en la adquisición de los estereotipos y prejuicios que influyen en la creación del estigma.

 

El contacto con miembros de un grupo no deseado enseñará a las personas con prejuicios que sus estereotipos están equivocados, si bien, las experiencias entre los miembros deberían ser positivas o neutrales.

 

En la realidad ocurre que los individuos se conducen negativamente unos a otros y resulta una escalada de desconfianza. Es necesario la cooperación, que los grupos tengan un estatus equivalente para que los prejuicios cedan al contacto.

 

La protesta parece ser una forma útil de reducir las imágenes públicas estigmatizadoras, pero es menos eficaz para cambiar los prejuicios individuales de las personas.

 

En conclusión, en la prevención influye la educación social y las experiencias personales.

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Psicóloga forense. Trabaja en el Programa de Prevención e Intervención en Violencia Familiar de la consejería de Bienestar Social en colaboración con la entidad AMFORMAD. Centro La Solana. Calle Mariano Ortega 28. Talavera de la Reina y en el Programa de Intervención psicológica con menores víctimas de violencia de género del Instituto de la Mujer de C-LM. Colegiada en Madrid: M-28177 y Habilitación sanitaria en Castilla- La Mancha; CM02334.

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