La fisioterapeuta, Laura Flores, nos habla sobre la natación, un excelente y completo ejercicio físico que debe realizarse correctamente, sobre todo si se utiliza como terapia.
Índice de contenidos
- 1 Beneficios de la natación
- 2 ¿Cuándo usamos un estilo u otro de nadar?
- 3 ¿Cuándo NO debemos practicar natación?
- 4 La importancia de la natación en los niños
- 5 ¿A qué edad es recomendable empezar las clases de natación?
- 6 ¿Qué beneficios tiene la natación para los/as niños/as?
- 7 ¿Qué consejos nos puedes transmitir a la hora de traer el/la niño/a a nadar?
- 8 ¿Qué debemos tener en cuenta en la piscina de casa?
Beneficios de la natación
La natación es un deporte en el que las articulaciones no sufren impactos, no es una actividad de contacto por lo que no hay peligro de traumatismo directo.
Se trabaja de manera global y dinámica toda la musculatura del cuerpo, potenciamos de manera específica la musculatura de la espalda por lo que evitaremos muchos dolores de la misma ya que, además, no hay presión en los discos vertebrales de la columna, mejora la postura y en principio, es un deporte predominantemente aeróbico, es decir, trabajamos la resistencia cardiopulmonar con todos los beneficios que ello conlleva.
Aparentemente, todo es positivo. Desde el punto de vista de la natación como ejercicio físico sí es cierto que es una actividad muy completa y muy saludable siempre que la hagamos correctamente. Pero, ¿qué ocurre cuando tenemos una lesión y nos prescriben natación para mejorarla, es decir, cuando la natación se convierte en terapia?
Se tiende a generalizar la indicación de la natación para el tratamiento de lesiones sin dar determinadas pautas adaptadas a cada paciente y a sus patologías y, al final, la natación puede ser contraproducente.
Además, la mayoría de la gente sabemos “flotar” pero son pocas las personas que tienen una buena técnica de nado y esto, es importantísimo tenerlo en cuenta tanto por las personas que sufren lesiones como por las que no.
Por ejemplo, es fundamental en el estilo crol sacar la cabeza a ambos lados para trabajar la musculatura del cuello bilateralmente si no, sobrecargaremos un lado y acabaremos con algún tipo de lesión. Si no sabemos sacar la cabeza a los dos lados os recomiendo usar un tubo y nadar con la cabeza dentro del agua hasta depurar la técnica.
¿Cuándo usamos un estilo u otro de nadar?
Si tenemos una lesión evitaremos el estilo mariposa porque la postura es muy extrema, debemos evitarla si no sabemos realizarla bien.
Cuando hay problemas de cervicales y lumbares evitaremos el estilo braza ya que en esta posición la zona lumbar y la cervical están muy extendidas, es decir, la zona lumbar está muy arqueada al igual que la cervical.
En problemas de rodillas evitaremos el estilo braza también ya que la rodilla hace un giro muy forzado para lanzar la patada.
Estos son sólo algunos ejemplos de por qué evitar un estilo u otro pero, como os comento, lo mejor es recibir indicaciones adaptadas a cada caso. Es necesario valorar el tipo de lesión y la fase en la que se encuentra, el tipo de paciente, etc.
¿Cuándo NO debemos practicar natación?
Cuando haya bloqueos articulares y lesiones ligamentosas, musculares y tendinosas en fases agudas ya que podríamos empeorarlas, en procesos infecciosos y en cualquier enfermedad para la que, en general, esté contraindicada la actividad física intensa.
No quiero terminar este artículo sin mencionar que no sólo la natación como tal es positiva realizada correctamente. El medio acuático es muy beneficioso para el tratamiento de enfermedades como la parálisis cerebral, miopatías, etc ya que nos permite realizar movimientos que en cualquier otro medio no serían posible.
También se pueden realizar ejercicios específicos para lesiones de hombro, rodilla…que normalmente se llevan a cabo en las piscinas pequeñas en las que se hace pie. Por ejemplo, todos tenemos en la mente imágenes de futbolistas en piscinas tipo “pasillo” realizando terapia por una lesión de ligamento cruzado anterior.
No demos por hecho que la natación es buena para todo. No dudes en preguntar a tu médico o a tu fisioterapeuta qué es lo mejor para ti y tu lesión. Si decides practicar la natación para prevenir lesiones o como ejercicio físico es mejor que un monitor de natación te dé unas pautas y te muestre cómo debes nadar para realizar una correcta técnica y luego aplicarla tú. Evitarás la aparición de lesiones.
¡PREGUNTA, ADAPTA Y…..LÁNZATE AL AGUA!
La importancia de la natación en los niños
El Presidente Director Técnico de la Escuela de Natación Talaverana, Moisés Casado, nos explica los beneficios que tiene la natación para los/as niño/as.
¿A qué edad es recomendable empezar las clases de natación?
Desde los 6 meses se ofrecen clases de adaptación al medio acuático y luego ya se enseña a nadar según las características que tenga cada niño (coordinación, psicomotricidad, etc.).
¿Qué beneficios tiene la natación para los/as niños/as?
- Supervivencia: puedan desenvolverse sin problemas en el medio acuático.
- Recreación y ocio: disfrutar de un medio refrescante, sobre todo ahora en verano.
- Socialización: se trasmiten valores, como la solidaridad, la amistad, se aprende a respetar los turnos, a tener paciencia, etc.
- Salud: desarrollo psicomotor, coordinación, velocidad, agilidad, resistencia, mejora el sistema cardiorespiratorio.
- Rehabilitación: En el agua no soportamos el peso de nuestro cuerpo y la recuperación se produce antes. Está recomendada para problemas de espalda y de articulaciones. Se realizan ejercicios específicos.
¿Qué consejos nos puedes transmitir a la hora de traer el/la niño/a a nadar?
Que los traigan cuanto antes y que no tengan prisa en que el niño aprenda, cada uno es distinto y tiene que acostumbrarse al agua.
Para nosotros es muy importante la seguridad. Hay una cantidad determinada de niños por grupo, cuanto menos sepan, más reducido será el grupo.
¿Qué debemos tener en cuenta en la piscina de casa?
Lo primero es ir a sitios que podamos dominar, zonas poco profundas y nunca perder de vista al niño.
Si se va al mar, nadar siempre en paralelo a la playa.
Y utilizar algún medio, como manguitos, para que puedan flotar. No son apropiados para la enseñanza pero ofrecen seguridad a los padres.