¿Qué es la neuropsicología?

Hay un 10% de niños en edad escolar que sufren algún tipo de alteración funcional en el sistema nervioso. Al no ser evaluadas las funciones mentales, éstas alteraciones pasan desapercibidas, aumentando el riesgo de fracaso escolar y problemas emocionales en los niños.

La psicóloga especialista en neuropsicología, Amaya Fernández, nos habla de neuropsicología. ¿En qué consiste? ¿Cómo trabaja el neuropsicólogo? ¿Qué trastornos se pueden tratar?

neuropsicología Resonancia magnética del cerebro
Resonancia magnética del cerebro. Fuente: GR_Image

¿Qué es la neuropsicología?

Hay un 10% de niños en edad escolar que sufren algún tipo de alteración funcional en el sistema nervioso. Al no ser evaluadas las funciones mentales, éstas alteraciones pasan desapercibidas, aumentando el riesgo de fracaso escolar y problemas emocionales en los niños.

La Neuropsicología es una neurociencia conductual que estudia la relación entre el comportamiento humano y el funcionamiento del cerebro.

Gracias al desarrollo de pruebas que permiten observar el funcionamiento del cerebro, como la Resonancia Magnética (en la foto) sabemos qué áreas tienen mayor actividad cuando realizamos una tarea, por ejemplo, la lectura.

De este modo, se establecen relaciones entre funciones (atención, memoria, funcionamiento ejecutivo…) y áreas cerebrales.

Este es el objeto de estudio de la Neuropsicología básica, en mi caso, mi trabajo se centra en el estudio de la relación entre el cerebro del niño que ha sufrido algún tipo de lesión y su conducta, lo que se conoce como Neuropsicología Clínica Infantil.

¿Cuáles son las causas de lesiones cerebrales en el niño?

El Sistema Nervioso puede sufrir alteraciones, a veces muy sutiles, desde el mismo momento de la gestación.

Durante el embarazo, el parto o los dos primeros años de vida, el cerebro inmaduro del niño es muy vulnerable ante cualquier daño, enfermedad o alteración metabólica, caídas, golpes, sufrimiento fetal, parto prematuro, bajo peso, abuso de sustancias tóxicas en la madre, etc. son algunas de las causas más frecuentes.

Estas lesiones pueden dañar gravemente el cerebro del niño, provocando discapacidades mayores (intelectuales, motoras o sensoriales), por ejemplo, la parálisis cerebral o discapacidades menores que afectan al funcionamiento del cerebro cuando realiza tareas de aprendizaje, por ejemplo, la dislexia.

Estas últimas son las que pasan más desapercibidas y requieren mayor atención por parte de clínicos y profesores.

¿Cuáles son los objetivos de la neuropsicología?

Podemos hablar de tres objetivos, principalmente: la evaluación, la rehabilitación y la investigación. 

La evaluación es siempre el primer paso, sin un adecuado diagnóstico, no será posible ayudar al niño y a la familia.

Mi campo de trabajo está centrado en los niños con Dificultades en el Aprendizaje, como la dislexia o la discalculia, trastornos que se consideran del neurodesarrollo y que afectan a un 10% de los niños en edad escolar.

La evaluación consiste en la aplicación de pruebas que permitan conocer el funcionamiento del lenguaje (oral y escrito), atención, memoria, funciones ejecutivas, habilidades motrices, entre otras.

La alteración de estas funciones ocasiona problemas de rendimiento escolar en los niños de 6 a 12 años y, debido a esto, problemas de autoestima y ansiedad.

El segundo objetivo es la intervención, en nuestro centro, tenemos dos grupos de trabajo: el grupo de técnicas de estudio y los niños del programa de estimulación de la atención, memoria y funciones ejecutivas.

Cuando las disfunciones son moderadas o graves se trabaja de forma individual, diseñando programas de intervención específicos para el niño.

Cuéntanos un poco como trabajas con estos niños

Tanto en el programa de técnicas de estudio como en el de estimulación, los grupos están formados por 4 niños que previamente han sido evaluados con pruebas neuropsicológicas.

No se puede trabajar con más niños si se quiere atender bien las dificultades de cada uno, porque, como he dicho antes, todos tienen algún tipo de disfunción.

En técnicas de estudio prefiero trabajar con sus textos escolares, explicándoles cómo subrayar y enseñándoles reglas mnemotécnicas.

Les enseño a hacer Mapas mentales, un tipo de esquema muy visual que les ayuda a organizar las ideas y recordarlas mejor.

Con el grupo de estimulación, también dedicamos un tiempo a las técnicas de estudio (sobre todo en época de exámenes) pero, sobre todo, hacemos tareas para mejorar la atención y la concentración, utilizando la música, el movimiento, el juego…etc.

Como he comentado, lo más frecuente son las Dificultades en el Aprendizaje, pero también trabajamos con niños con Trastornos específicos del lenguaje, con lesiones debidas a traumatismos craneoencefálicos, lo más frecuente por accidentes de tráfico, epilepsia o Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD) o trastornos del espectro autista.

¿Qué ocurre si no se diagnostican a tiempo estas alteraciones en el funcionamiento del cerebro?

Pues lo que estamos viendo cada día, que se atribuyen los problemas de los niños a que son “vagos”, “despistados”, “inquietos” o “malos estudiantes” o directamente pasan desapercibidos y en 1ª de la ESO se les diagnóstica una dislexia que nadie ha visto durante toda la primaria.

Las consecuencias son varias, primero que se ha perdido la oportunidad de trabajar de manera inmediata estas alteraciones, el cerebro del niño cuenta con gran plasticidad, es muy moldeable y cuanto antes se detecten y trabajen con él, mejor será el pronóstico.

Por otro lado, el niño que no recibe ayuda a tiempo acaba perdiendo el interés por el estudio, que un niño en 5º de Primaria te diga que no quiere ir al cole, no debe dejar indiferente a nadie, eso es que algo está pasando.

No podemos olvidar los problemas de autoestima que observamos desde muy pequeños, porque tienden a compararse inevitablemente con los demás niños, y, como es inteligente, sabe que algo le está pasando y lo primero que piensan es “yo soy tonto”.

Por otro lado, los trastornos de ansiedad y depresión que se originan ante la incapacidad del niño para adaptarse al ambiente escolar y familiar a pesar de sus esfuerzos.

Por último, como consecuencia de todo esto, la relación entre los padres y los hijos se vuelve tensa por culpa de los estudios, cuando aprender debería ser algo positivo y bueno, se convierte en una pesadilla y, con frecuencia, provoca alteraciones en la conducta de los niños difíciles de manejar.

¿Qué recomiendas para evitar éstos problemas?

En primer lugar, estudiar y reciclarse es responsabilidad de todos los profesionales que trabajamos con los niños, clínicos y docentes, estar informados de todas estas cuestiones.

La Neuropsicología es una ciencia relativamente joven, pero hay mucha información sobre todo este campo.

Por otro lado, debemos dejar de emplear etiquetas peyorativas para explicar lo que le ocurre al niño, porque no solo no sirven, sino que además le hacen muchísimo daño y, convencerles de que no son tontos, cuesta mucho trabajo. Fuera etiquetas.

Por otro lado, hay que pensar que, si la escuela no cuenta con los recursos materiales o personales necesarios para evaluar a estos niños, deben hacer más derivaciones a otros profesionales, olvidarnos del famoso “ya madurará”.

Si se pasan pruebas a un niño y su desarrollo neuropsicológico es normal no se pierde nada, pero si se detectan los problemas de forma temprana las probabilidades de mejorar su rendimiento son altas. Ante la duda, siempre es mejor intervenir.

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Psicóloga, especialista en Neuropsicología y Terapia de Conducta. Auxiliar Técnico Educativo (ATE) en un colegio público.

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