Fobia social: síntomas y prevención

La fobia interfiere marcadamente en la vida de la persona y produce un malestar clínicamente significativo, siendo este un criterio  necesario para definirse como fobia.

La psicóloga, Laura Corrochano, nos habla sobre la fobia social. ¿Qué es? ¿Cuándo empieza a desarrollarse? ¿Cuáles son sus características? ¿Qué consecuencias produce?

fobia social
Pensamientos de la Fobia social
Fuente:  Fer.nanda García

Todas las personas sentimos miedo ante diferentes situaciones, serpientes, perros, infecciones, accidentes…

Este miedo se considera adaptativo cuando nos permite estar en alerta ante situaciones amenazantes, generando un comportamiento de cautela frente a situaciones de peligro.

Cuando este miedo aumenta de intensidad, es injustificado por la objetividad del peligro, inoportuno, interfiere en nuestra vida y crea un malestar, hablamos de FOBIA.

 

 

¿Qué es la Fobia Social?

En algún momento hemos experimentado u observado en otros, la manifestación del Trastorno de Ansiedad Social (Fobia social).

La Fobia Social se caracteriza por un miedo persistente y acusado a situaciones sociales o actuaciones en público, por temor a que resulten embarazosas.
La fobia interfiere marcadamente en la vida de la persona y produce un malestar clínicamente significativo, siendo este un criterio  necesario para definirse como fobia.
Si esto no es así, no llega a ese grado de intensidad, sólo podríamos hablar de ansiedad social o timidez (cierto malestar e inhibición, más o menos generalizada en presencia de otras personas, pero con un grado mucho menor de evitación e interferencia en la vida de la persona).
No solo le temen a las interacciones interpersonales sino también a que las personas perciban sus síntomas y signos, el malestar incluso se puede generar por pensamientos anticipatorios al evento temido.

Tipos de fobia social

Podemos clasificarlas en dos tipos según la conducta:
Fobias sociales de actuación: ser observados en diferentes situaciones, comer en lugares públicos, usar baños públicos, hablar por teléfono, leer y escribir en público…
Fobias de interacción: conocer gente nueva, ser presentados en público, recibir visitas en casa, hablar en público, hablar con extraños…
Encontramos que algunas personas sólo registran un tipo de miedo de los anteriormente nombrados (Fobia Específica), otros por el contrario, sufren de ambos de una manera más extensa (Fobia Generalizada).
Los datos muestran que este tipo de fobia se sitúa en el tercer trastorno psicológico con mayor  tasa de prevalencia.

¿Cuándo comienza a desarrollarse el trastorno de ansiedad social?

Los estudios epidemiológicos ponen de manifiesto que este trastorno de ansiedad tiene su inicio más frecuente en la adolescencia media y puede tender a cronificarse hacia la edad adulta.
La conciencia de sí mismo, de objeto de evaluación y la anticipación de la evaluación negativa, que aparecerá alrededor de los 8-9 años, pueden mostrar la tendencia que tomaría el desarrollo de una posible ansiedad social de la persona en la adolescencia.
La adolescencia es un periodo crítico para el desarrollo, el sujeto se ve sometido a un proceso de evaluación por el resto de los miembros de su grupo de iguales y va a tener que establecer su papel y su lugar en un sistema social distinto al de la familia.
Aparecerán conflictos sociales, donde puede responderse con ansiedad como medio de prevenir o defenderse socialmente.
La observación de experiencias sociales negativas o ansiedad social en familiares o iguales, puede facilitar la aparición de preocupaciones y conductas similares. Una educación por parte de los padres de sobreprotección, exigencia o de ser poco afectuosos, dificultará la independencia, la confianza y la competencia social.
Lo más frecuente es que la fobia social se desarrolle de una forma lenta en respuesta a varios tipos de experiencias, pero puede presentarse bruscamente tras una experiencia estresante o humillante.
Aunque no es usual, la fobia social puede manifestarse por vez primera en la vida adulta por un cambio de circunstancias laborales, familiares, escolares, de residencia, que implica realizar actividades temidas como hablar en público, supervisar a otros, ser observados, relacionarse con nueva gente que antes no eran necesarias.
Es muy común la existencia de antecedentes de timidez o inhibición social, por eso muchos afirman haberlo padecido durante mucho tiempo.

Características de la fobia social

A nivel conductual

  • existe un contacto ocular escaso que se presenta con desconocidos o poco conocidos,
  • conductas de escape y evitación ante las situaciones que generan malestar,
  • comportamiento frío, distante y tenso ante personas no conocidas,
  • en reuniones sociales generalmente se muestran callados o poco habladores,
  • se evidencia un temor e intranquilidad ante situaciones sociales.

Referente a lo cognitivo

  • prestan atención excesiva a detalles ambientales irrelevantes,
  • poseen conceptos rígidos sobre lo que sería la conducta social apropiada, pensamientos perturbadores, confusos y distractores,
  • existe un diálogo interno negativo,
  • tienden a rebajar la eficacia de su propia conducta,
  • exceso de preocupación por la crítica y temor al rechazo social,
  • búsqueda de aprobación por parte de los demás,
  • baja autoestima al devaluar sus logros y enfatizar sus fracasos,
  • ansiedad producida por pensamientos anticipatorios negativos,
  • atribución errónea de las causas de los éxitos y fracasos sociales,
  • temor a hacer el ridículo y ser humillados,
  • sobreestimación de la probabilidad de sucesos sociales desagradables.

    En el aspecto emocional

  • se muestran ansiosos y temerosos ante situaciones y personas desconocidas,
  • altibajos emocionales,
  • baja tolerancia al dolor psicológico y físico,
  • sentimiento de vacío, soledad y tristeza,
  • fuerte hipersensibilidad al rechazo, desaprobación y críticas,
  • sentimientos de inadecuación social y personal.

Manifiesta a nivel fisiológico

  • tensión muscular,
  • rubor,
  • palpitaciones, sudor, náuseas,
  • visión borrosa,
  • temblor,
  • mareos,
  • sensación de vacío en el estómago,
  • boca seca,
  • tartamudeo,
  • sensación de frío o calor,
  • escalofríos,
  • sensación de hormigueo o entumecimiento.

¿Cuáles son las consecuencias del trastorno de ansiedad social?

Las consecuencias van relacionadas sin duda con la interacción social.

Existe un aislamiento social, progresivamente se ven reducidas las redes sociales, comienzan con el rechazo constante de invitaciones para salir, evita compromisos, lo que implica no desarrollar destrezas sociales y deteriorar las mínimas que posee, al mismo tiempo que refuerza sus miedos.

El adolescente en el contexto escolar rehuye de la participación en clase, de la participación de los grupos de trabajo y de comunicarse con el profesor, lo que puede generar bajo rendimiento escolar y en algunos casos puede suponer el abandono de sus estudios.

Problemas en el desarrollo personal que afectan al estado de ánimo, se muestran irritables, deprimidos la mayor parte del día, en algunos casos acompañado de insomnio o hipersomnia y problemas de concentración.

Baja autoestima y sentimiento de inferioridad. En algunos casos puede terminar generando otro tipo de trastorno.

Puede existir un abuso de sustancias como un alternativa de afrontamiento, lo que permite desinhibirse ante determinadas situaciones de forma rápida. Puede dar lugar a una dependencia de sustancias.

Problemas en la integración laboral, por la posición pasiva de la relación, comunicación y la dificultad para realizar ciertos trabajos.

Dificultades para tener pareja y establecer relaciones intimas.

Cómo prevenir la fobia social
Cómo prevenir la fobia social. Fuente: Psicóloga Laura Corrochano

¿Cómo prevenir la fobia social?

Dado que es una problemática de inicio en edad temprana la importancia de una estrategia de detección e intervención temprana en este trastorno es importante, de cara a minimizar sus efectos tanto en el momento presente, como en el desarrollo futuro de los adolescentes, pues suele persistir a lo largo de toda la vida cuando no se es tratado.
  • Es importante exponerse a la situación, no evitarla para que no se convierta en un hábito y estrategia a seguir como afrontamiento de la ansiedad.
  • Aprender a establecer metas realistas en las interacciones sociales.
  • Desarrollar interpretaciones y valoraciones positivas, sustituyendo errores cognitivos que contribuyen a incrementar o mantener la ansiedad.
  • Aprender a concentrarse en la tarea o interacción social en lugar de en las sensaciones internas y pensamientos negativos.
  • Reducir conductas de evitación y defensivas, potenciando por contrario las interacciones sociales, afrontar la situación.
  • Reducir significativamente la activación somática o aceptarla si no se puede cambiar.
  • Reducir los pensamientos anticipatorios de las situaciones sociales temidas que provocan la ansiedad social.
  • Aprender a comportarse con las adquisición de habilidades sociales, para aquellas situaciones en las que la persona presenta déficit.
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Psicóloga forense. Trabaja en el Programa de Prevención e Intervención en Violencia Familiar de la consejería de Bienestar Social en colaboración con la entidad AMFORMAD. Centro La Solana. Calle Mariano Ortega 28. Talavera de la Reina y en el Programa de Intervención psicológica con menores víctimas de violencia de género del Instituto de la Mujer de C-LM. Colegiada en Madrid: M-28177 y Habilitación sanitaria en Castilla- La Mancha; CM02334.

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