EMDR es una abordaje terapéutico para, entre otros casos, tratar el estrés postraumático. En esta ocasión entrevistamos a la Dra. Anabel González, psiquiatra y psicoterapeuta, Directora del Programa de Trauma y Disociación del Hospital de La Coruña para que nos hable sobre ello.
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¿Qué es EMDR?
EMDR es el acrónimo en inglés de Eye Movement Desensitization and Reprocessing (desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares).
El método fue descubierto y ha sido desarrollado desde 1987 por la Doctora en psicología, Francine Shapiro.
Se trata de una terapia emergente en la que se trabaja con recuerdos que han influido negativamente en la persona, no solamente recuerdos traumáticos como puede ser un accidente o una agresión, sino esas pequeñas cosas de todos los días que configuran cómo nos vemos a nosotros mismos sobre todo vinculadas con la infancia.
¿Cómo se realiza EMDR?
Se trabaja con movimientos oculares de un lado a otro para ayudar al cerebro para que desbloquee recuerdos importantes relacionados con lo que le pasa a la persona actualmente y se active un área de la corteza cerebral relacionada con la asociación e integración de información. De esta manera se facilita que la persona integre dichas experiencias porque consigue asociarlas con cosas diferentes.
En bastantes ocasiones un recuerdo que al comienzo de la sesión tiene un nivel de perturbación alto, al final de la sesión puede dejar de tenerlo, incluso de forma definitiva.
Terapia de exposición y EMDR
Otra terapia que se utiliza para el tratamiento del trauma es la terapia de exposición. En este caso la persona debe realizar muchas exposiciones repetidas para habituarse al recuerdo hasta que deje de producir malestar.
En EMDR no se necesita repetir la exposición, el desbloqueo se produce en la sesión.
Cualquiera de estas terapias requiere que la persona esté por la labor de recordar una experiencia que no es agradable, sin embargo, el procedimiento es diferente en cada caso.
Otra diferencia importante es que en EMDR se activan mucho los procesos asociativos. Aunque trabajes con un recuerdo, el efecto se generaliza a más cosas, de un modo más importante, porque a veces hay cosas que están conectadas en tu mente (porque el cerebro hace conexiones que no siguen las reglas de la lógica, siguen otras reglas) que hasta ahora no te habías dado cuenta.
A diferencia de otras terapias puramente cognitivas, EMDR introduce, además de lo cognitivo, más lo emocional y lo somático, la parte relacionada con el cuerpo que también es importante en la terapia.
Contraindicaciones EMDR
No hay contraindicaciones en EMDR, pero sí una serie de recomendaciones para aplicar la herramienta:
- Es importante estar por la labor de trabajar tu historia. Es mejor trabajar sobre ella que seguir cargando con ella el resto de tu vida pero es necesario que nos permitamos sentir nuestras emociones, aunque algunas puedan no ser agradables.
- Ponte en manos de profesionales sanitarios acreditados en esta terapia. Lamentablemente, hay personas que trivializan EMDR en ejercicios de meditación y realmente es fundamental ser consciente de que estás activando tu cerebro.
- Cuando el nivel de traumatización es muy grande, cuando la persona tiene una historia traumática terrible, muy larga en el tiempo, es necesario adaptar los procedimientos. Es necesario valorar muy bien todo el cuadro para aplicar adecuadamente la terapia.
¿EMDR tiene más aplicaciones?
Se está investigando su aplicación en depresión, trastorno bipolar y trastornos duales que son personas con patología mental grave que además tienen adicciones.
EMDR es una forma muy potente de quitar lastre, pero esto no consiste solamente en descubrir qué cosas de nuestro pasado nos afectan, es también muy importante colocar todo eso para avanzar desde otro sitio
Formación y divulgación en EMDR
La Dra. Anabel González ha publicado varios libros tanto para profesionales como para público general.
Los libros ayudan a tener un poco más de conciencia no solo de que existe un problema sino de que hay solución. Luego quizás sea necesario contar un guía que te ayude a seguir un camino, pero estos textos son un buen comienzo.
“No soy yo” se trata de entender nuestra historia y nuestras relaciones, sobre todo aquellas que nos influyen negativamente, también habla del apego y finalmente de la disociación como consecuencia de lo anterior.
Está explicado para cualquier persona. No es necesario haber pasado por gravísimos problemas, sino para entender quiénes somos y por qué somos como somos, por qué algunas cosas de nuestra forma de ser no nos gustan y aun así seguimos funcionando de esa manera.
“Lo bueno de tener un mal día” es un libro que habla sobre la regulación de las emociones, qué hacemos con lo que sentimos, qué cosas hacemos que no ayudan y cómo cambiarlo. Utiliza tu paraguas para protegerte de la lluvia, no para pegarte con él ni cojas uno con agujeros.
En “Las cicatrices no duelen” veremos una ruta hacia la curación emocional. Mediante la terapia EMDR, un modo fascinante de trabajar en los recuerdos y las defensas que levantamos frente al dolor, aprenderemos a sanar traumas y deshacer nudos mentales que nos impiden evolucionar.
Bibliografía
La terapia EMDR por Anabel González
Documento sobre evidencia científica de la Terapia EMDR por Benedikt Amann, Alicia Valiente, Ana Moreno, Miguel Angel Santed, Anabel Gonzalez
