Disponibilidad de la propia vida

El Médico anestesista del Hospital Severo Ochoa y Presidente Federal de la Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), Dr. Luis Montes, realizó una charla-debate sobre la disponibilidad de la propia vida, convocada en Talavera de la Reina por el Foro Social y Ciudadano el pasado miércoles 29 de enero de 2014. 

El Médico anestesista del Hospital Severo Ochoa y Presidente Federal de la Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), Dr. Luis Montes, realizó una charla-debate sobre la disponibilidad de la propia vida, convocada en Talavera de la Reina por el Foro Social y Ciudadano el pasado miércoles 29 de enero de 2014.

Lic. Rosalie Orens: ¿De qué va a tratar la charla?

 

Dr. Luis Montes: El objetivo de esta charla es hablar sobre la muerte, que, como todos sabemos, es un tema que tenemos secuestrado, es tabú.

 

Es un tema del que no hablamos más que cuando lo vivimos, por ejemplo, porque algún protagonista está cercano a la muerte dentro de nuestro seno familiar o de nuestras amistades; después, lo metemos en el drama oculto del inconsciente hasta la próxima vez.

 

¿Qué objetivo buscamos al hablar de la disponibilidad de la propia vida? Es iniciar un debate que ya está en la ciudadanía, un debate que es propio de las sociedades occidentales de derecho, avanzadas, que emana de uno de los primeros principios fundamentales, el de la libertad: si podemos disponer de nuestra propia vida.

 

Todos los ciudadanos sabemos que la vida tiene un bien intrínseco por el cual merece vivir, quizás es el bien mayor. Pero ese bien, en un  momento determinado, posiblemente por pérdida del equilibrio de la salud, puede ser un mal indeseable que nos está procurando unos sacrificios, una tragedia de vida y unos sufrimientos físicos y psíquicos difíciles de soportar que requieren el derecho a ejercer nuestra libertad disponiendo de nuestra propia vida.

 

Creo que las personas tenemos mucho que decir sobre esto. Es uno de los derechos a desarrollar, de cuarta generación, es inminente que debamos hablar de ello.

 

Como presidente de la Asociación Derecho a Morir Dignamente, este es uno de nuestros objetivos. Si somos gestores y dueños de nuestra vida a la hora de tomar decisiones y funcionamos autónomamente en el derecho natural del proceso de la vida, en la finalización de nuestra biografía, que es el proceso de morir, también tenemos que ser protagonistas, tenemos que decidir y no dejar la muerte en manos de terceros, sino asumirla como un hecho natural. Tan natural que, tanto tú como yo, nos vamos a morir.

 

Desde luego la muerte no es algo confortable, pero sí que podamos tener ese tránsito con el mayor confort posible, porque nos lo merecemos.

 

Lic. Rosalie Orens: ¿De qué forma, desde la Asociación, se propone esa disponibilidad de la propia vida?

 

Dr. Luis Montes: La disponibilidad de la propia vida implica que desde nuestro ordenamiento jurídico no haya penalización de la ayuda social, de la ayuda médica a morir.

 

Para esa ayuda la disponibilidad se concreta en tres situaciones:
– El suicidio simple, “yo puedo disponer de mi vida”.  El suicidio conlleva una tragedia, una muerte en soledad y no deseable a nadie.
– Eutanasia activa: Morir con la ayuda de un cooperador necesario que nos dé la muerte
– Suicidio asistido: Morir con la ayuda de un cooperador que procura los medios para que el propio paciente se dé la muerte, siendo ésta acompañada, hablada y solicitada. Tanto esa mano de ayuda como la familia, considera que es un acto de justicia, un acto de ejercicio de la libertad individual y un acto de amor acompañar al final de la vida a un ser querido.

 

La asociación ayuda a morir a aquellos socios que nos lo solicitan, dentro del ordenamiento jurídico, que es lo que vamos a tratar en la charla. Vamos a hacer un recorrido histórico de cómo se abrió el debate en este país, que lo abrió Ramón Sampedro, sin ninguna duda y en qué situación estamos, qué opinamos los ciudadanos por las encuestas de opinión , qué piensan los ciudadanos sobre la ayuda a morir y qué piensan nuestros representantes políticos.

 

Siempre la ciudadanía va por delante de sus representantes. Por tanto, otro de los puntos de nuestros estatutos es la despenalización de la eutanasia y del suicidio asistido.

 

Lic. Rosalie Orens: ¿Qué dice la legislación española al respecto?

 

Dr. Luis Montes: En la legislación española tenemos dos leyes de ordenamiento jurídico. La Ley de Autonomía del Paciente y nuestro Código Penal.

 

El Código Penal es de 1995. Es la primera vez que en éste código se habla de las conductas eutanásicas. El suicidio simple no está penado expresamente, no vas a juicio si no consigues tu objetivo.

 

Lo que hace el Código Penal en su artículo 143 es definir como delito la inducción y la ayuda a la muerte (colaborador necesario y la acción para la muerte de otra persona).

 

En éste artículo se habla del homicidio compasivo, que es cuando hay una petición de ayuda reiterada en el contexto de una enfermedad terminal que en ese momento cursa con intensos sufrimientos físicos y psíquicos, cuyo pronóstico de vida es corto, de 3 a 6 meses, donde esos síntomas se van a intensificar, van a ser de difícil tratamiento, la ayuda para procurar la muerte de esa persona , de ese ciudadano que lo solicita, es un delito. Por ser realizado por una motivación altruista, por solidaridad con el sufriente, se rebajan las penas en dos grados, pero es un delito, vas a juicio.
Desde nuestro punto de vista, tenemos un Código Penal tremendamente mejorable. La ley de la disponibilidad de la propia vida sería una ley donde la eutanasia activa y el suicidio asistido no fueran delitos.

 

Lic. Rosalie Orens: ¿Y la otra ley que mencionaba?

 

Dr. Luis Montes: La otra ley es la Ley de la Autonomía del Paciente.

 

La primera vez que en el ordenamiento jurídico español se habla, de alguna forma, sobre la disponibilidad, es en la Ley General de Sanidad. Esta es una ley de ordenamiento de la asistencia sanitaria. Entre otras cosas, hace mención a la relación del sistema con el ciudadano.

 

El ciudadano por cualquier motivo de consulta que llega al sistema de salud tiene unos derechos. Entre esos derechos está que, después de saber su diagnóstico, su pronóstico, es renunciar al tratamiento, aunque eso conlleve a la muerte.

 

La Ley de la Autonomía del Paciente es una ley que recoge los criterios de la Asamblea de la Unión de Europea. Legisla el derecho a rechazar el tratamiento, el derecho a alternativas al tratamiento, el derecho a unos cuidados paliativos integrales de calidad…

 

Si todos esos derechos los puedo hacer porque soy autónomo y competente y puedo decidir, entonces yo puedo, por derecho, dejar una planificación de los cuidados que quiero tener en esa situación en que no soy autónomo y competente, es el registro de las instrucciones previas o el testamento vital.

 

Como nuestro Código Penal lo que considera delito solamente es dar la muerte, las otras situaciones eutanásicas (Eutanasia quiere decir “buena muerte”), no son delito pues no es delito permitir la muerte.

 

La omisión o retirada de medidas de sostén vital en situaciones claramente desproporcionadas para los beneficios que va a procurar al enfermo o el tratamiento de los síntomas en los momentos finales de la vida, en el período de agonía, aunque ese tratamiento de síntomas acorte la vida o ese período final, eso no es un delito, son buenas prácticas médicas y eso yo lo puedo dejar planificado.

 

Lic. Rosalie Orens: ¿Cuál es la legislación europea respecto a todo esto?

 

Dr Luis Montes: Habrás oído hablar del gran debate que hay en Reino Unido sobre lo que han mal llamado “Turismo eutanásico”, en el que ciudadanos ingleses van a Suiza a procurarse la muerte porque en su país no está permitida la disponibilidad de la propia vida.

 

El suicidio asistido es legal en Suiza, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, en circunstancias determinadas existe la posibilidad de una muerte a petición. En Italia está abierto el debate.

 

Lic Rosalie Orens:¿Cómo podemos colaborar los ciudadanos con esta causa?

 

Dr Luis Montes: Como lo hacemos con todas las políticas que creemos que son necesarias.

 

-Vivimos en un sistema democrático elitista. A lo que me refiero es que a los ciudadanos nos corresponde elegir la élite que nos va a engañar los próximos 4 años, por lo tanto, debemos apoyar con nuestro voto a aquellos partidos que están por la disponibilidad de la propia vida.

 

-Haciéndonos socios de una asociación de apoyo mutuo como es la Asociación Derecho a Morir Dignamente.

 

-Normalizando este debate. La muerte es de las pocas verdades absolutas que hay. Nos vamos a morir todos. Abramos ese gran tabú,  ese gran secuestro y empecemos a ser protagonistas. Hablemos de la muerte con naturalidad y procuremos y planifiquemos una buena muerte porque, insisto, nos lo merecemos.

 

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1 COMENTARIO

  1. Muy interesante el articulo, pero sobre todo importante de ser totalmente apoyado. Trabajemos todos para que este tema llegue a buen final. Estamos muy agradecidos al Dr. Montes por su compromiso, la franqueza para tratar este tema y su entrega en la lucha para que cada uno de nosotros pueda elegir una muerte digna.
    Gracias y felicitaciones a I.S.T.

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