“Siempre que tengas posibilidad, libera los pies de los zapatos para que tu bebé pueda caminar descalzo por diferentes superficies bajo tu supervisión”. En este artículo la fisioterapeuta, Evelia Serrano Corrochano, del Equipo Cira nos explica la importancia de que los bebés estén descalzos el mayor tiempo posible.
Índice de contenidos
Los pies descalzos en el desarrollo del bebé
Al igual que el resto del cuerpo, los pies de los bebés, durante los primeros meses de vida, tienen una gran sensibilidad:
- pueden recibir estímulos,
- recoger información del entorno más eficazmente que las manos;
- y en muchos de los casos son los grandes olvidados del cuerpo de los bebés,
- solo nos acordamos de ellos para masajearlos cuando les damos el baño relajante de todas o casi todas las noches; pero, conforme nuestro bebé va creciendo nos encanta colocarle en los pies el mismo “modelito” de zapatilla que tenemos nosotros.
En el desarrollo del bebé, es necesario ver, tocar y explorar con los pies igual que explora con el resto de su cuerpo.
Un bebé es capaz de asir objetos con los pies como hace con las manos, golpear los talones sobre una superficie como juego para hacer ruido, chocar planta con planta en un juego que le resulta divertido.
Cuando las manos intentan alcanzar un objeto alejado, los pies pueden imitar el movimiento de las manos; el bebé se chupará el dedo gordo del pie (alrededor de los 7 meses) y, así, poder conocer los límites de su cuerpo permitiendo desarrollar un conocimiento de sí mismo preparándolo para iniciar los primeros desplazamientos.
En esta etapa de desplazamiento (sobre todo en la reptación), alguna vez os habéis preguntado ¿Qué papel que juega el gordo del pie en la infancia?
El bebé lo usa a modo de palanca para impulsarse correctamente hacia delante hasta así alcanzar el objeto que le ha motivado para los desplazamientos.
Estar descalzo en los desplazamientos en el suelo mejora la adherencia y facilita el movimiento.
La motricidad y el desarrollo cognitivo
Como bien es sabido, todos nos movemos por motivaciones y los niños pequeños no van a ser menos.
Nuestros bebés se desplazan hacia aquello que les llama la atención y despierta su curiosidad.
Nosotros, como padres o cuidadores principales, tenemos que proporcionales oportunidades para poder explorar el entorno en el que se encuentra; siempre que este entorno sea seguro, facilitando sus desplazamientos y acompañarlos en sus etapas de desarrollo, sin forzar ningún movimiento o postura para la cual no están todavía preparados para llevar a cabo.
Nuestra función es la de acompañar a nuestros hijos y disfrutar de su desarrollo ofreciéndoles oportunidades de aprendizaje en cada una de los momentos del día en los que compartáis juntos. La mejor opción para hacerlo es practicar el Tummy Time (tiempo boca abajo).
Diversos autores como Piaget, Gesell, Wallon, Pikler hablan de la importancia de la motricidad para el desarrollo cognitivo.
Bandura afirma que es necesario que el niño explore su propio cuerpo y tenga conciencia de su propio yo y en concreto los pies descalzos que el bebé se lleva a la boca ayudan a la sensibilidad táctil y la propiocepción.
A los 7-8 meses los pies les aportan una información riquísima para su desarrollo; al calzarle, perdemos toda la posibilidad de recibir información interna y externa que el mundo que le rodea le puede ofrecer.
Es muy importante que, durante el primer año de vida del niño, sea capaz de ir consiguiendo patrones motores, posturas y movimientos por sí mismo.
Acompaña cada etapa de tu bebé
Un bebé no es capaz de pasar a una etapa siguiente si no ha perfeccionado la etapa anterior.
No es beneficioso para un bebé posicionar en posturas para las que su cuerpo no está preparado para hacerlo, porque forzamos grupos musculares inmaduros que no están preparados para aguantar aún una postura que no le corresponde muchas veces ni por edad ni por etapa evolutiva.
Sin embargo, existe una tendencia muy extendida (no por ello correcta) de posicionar a los bebés dando sus primeros pasos agarrados de las manos de los cuidadores principales.
Por lo tanto, lo recomendable es mantener al bebé descalzo hasta que no consiga marcha independiente por sí solo.
Una vez que vuestro peque sea independiente y se desplace por toda la casa, y siempre que tengáis posibilidad, liberar a los pies de los zapatos para que pueda caminar descalzo por diferentes superficies bajo vuestra supervisión; arena, césped, tierra,…, para mejorar el equilibrio, la estabilidad.
Si es posible hacerlo descalzo para proporcionar diferentes estímulos y sensaciones a los pies.
Recomendaciones para mantener los pies descalzos
Existe una moda extendida en la sociedad actual de calzar prematuramente a los bebés y de esa forma le privamos de gran cantidad de estímulos.
Por lo tanto, es recomendable, mantener a los bebés que no caminan con los pies libres para el movimiento, bien descalzos o con calcetines de suela antideslizante y evitar calzar a los niños si todavía no son capaces de caminar por sí solos.
Permitir a los bebés desplazarse por diferentes texturas (madera, césped, arena, …) proporcionará al bebé no solo gran cantidad de estímulos necesarios para su desarrollo sino también, la maduración y fortalecimiento de la musculatura del pie, así como la desaparición de los reflejos primitivos necesarios para la aparición de la marcha independiente.
Un estudio de la Universidad Complutense de Madrid (2007) “Podología preventiva: niños descalzos igual a niños más inteligentes”, llegó a la conclusión que calzar prematuramente a los bebés no está justificado.
Es necesario estimular a los niños a disfrutar de su cuerpo y del movimiento con los pies descalzos para mejorar el desarrollo propioceptivo, neuromuscular e intelectual.
“Los pies más pequeños dejan las huellas más grandes en nuestro corazón”. Desconocido.
Bibliografía
Laura Estremera
Sapos y princesas. El Mundo
Criando. Laura Estremera. Diciembre 2015
Tania Losada Muñoz
Podología preventiva: Niños descalzos igual a niños más inteligentes. Isabel Gentil García. Profesora titular Universitaria. Universidad Complutense de Madrid. España