Esta semana queremos hablarte sobre infoespalda.es un portal de salud escrito por profesionales que aporta información útil para los pacientes con dolor de espalda. En particular, hoy nos gustaría mencionar una afección que es más común de lo que parece, el dolor de coxis.
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¿Qué es el dolor de coxis?
Seguramente no has consultado con tu médico por un dolor de coxis sino por un dolor en la rabadilla, el último hueso de la espalda.
Es un dolor muy localizado que seguramente sientes cuando estás sentado/a durante mucho tiempo en superficies duras o porque has sufrido una lesión. El dolor muchas veces se pasa a las nalgas pero se alivia cuando te levantas y caminas.
Causas del dolor de coxis
La causa más habitual del dolor de coxis son golpes o caídas que pueden provocar inflamación de la zona o una lesión.
También en el trabajo de parto pueden producirse lesiones que se alivian con el tiempo o, por el contrario, se cronifican y requieren un tratamiento específico.
En las personas con obesidad el dolor de rabadilla es tres veces más frecuente que en aquellas con un peso adecuado a su estatura.
Otras causas pueden ser la existencia de puntos gatillo o situaciones de carácter emocional, como el estrés, en las que no hay lesiones en la zona.
En raras ocasiones los huesos del coxis se fracturan y causan dolor y en muy pocos casos, un tumor o una infección en el coxis puede también ser una causa primaria de dolor.
El diagnóstico se realiza mediante radiografía.
¿Cómo disminuir el dolor de rabadilla?
El dolor de coxis, coxidinia o coxigodinia, desaparece por lo general por sí solo después de unas semanas o de unos meses. Consulta con tu médico de confianza ante este dolor.
Mientras, tanto, para reducir el dolor en la rabadilla, podrías realizar lo siguiente:
- Inclinarte hacia adelante mientras estás sentado/a.
- Sentarte en un cojín en forma de cuña (en forma de V)
- Aplicar calor o hielo en la zona afectada.
Tratamiento del dolor de coxis
El tratamiento puede consistir en manipulaciones físicas, medicación o también tener que recurrir a intervenciones quirúrgicas.
- Fisioterapia. Un fisioterapeuta puede enseñarte a realizar técnicas de relajación del suelo pélvico.
- Manipulación. Masajear los músculos unidos al coxis puede ayudar a aliviar el dolor. Dicha manipulación se realiza habitualmente a través del recto.
- Medicamentos. Puede ser necesaria la inyección de un anestésico local en el coxis para aliviar el dolor durante unas semanas.
- Cirugía. Se ocurre a la extirpación del coxis solo en casos extremos, después de haber intentado tratamiento no quirúrgicos durante 3 a 6 meses.
Quitar el coxis tiene buenos resultados en el 80% de los pacientes intervenidos.
Las complicación más frecuente es una mala cicatrización, que sucede cuando se “abren los puntos”.
También es necesario vigilar las infecciones, ya que la incisión quirúrgica está muy próxima al ano, lo cual puede provocar la contaminación de la herida.
Recuerda que si tienes dolor es porque tu cuerpo te está pidiendo atención, consulta con tu médico de confianza.