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¿Qué es la dishidrosis plantar y palmar?
La dishidrosis palmar y plantar se conoce también como eccema dishidrótico, es un tipo de inflamación de la piel en la que aparecen en las manos y en los pies pequeñas ampollas llenas de líquido que suelen producir picor y comezón intensos.
Es una enfermedad generalmente crónica, para toda la vida, que no diferencia entre sexos, pero eso sí, no es contagiosa.
Principales causas de la dishidrosis
Aun desconocemos su causa, pero se sabe que hay ciertos factores de riesgo, entre ellos:
- Sufrir dermatitis atópica u otras enfermedades alérgicas como el asma o la rinitis.
- Tener alergia a sustancias como perfumes, algunos medicamentos, níquel, cobalto o cromo (presentes en artículos de joyería, pinturas, cueros, esmaltes, objetos metalizados…).
- Tener estrés emocional.
- Padecer una infección producida por bacterias u hongos en la piel, por ejemplo y especialmente, en los pies.
- A veces, el embarazo puede ser un desencadenante, debido a las variaciones hormonales.
Tratamiento de la dishidrosis
No existe actualmente cura definitiva para la dishidrosis, pero sí existen tratamientos que permiten controlar los brotes, los cuáles deben ser indicados por tu médico de confianza. Nunca te automediques.
Según la Academia Española de Dermatología y Venereología, generalmente se basan en:
- Aplicación en la zona afecta de corticoides de alta potencia durante una o dos semanas y, en algunos situaciones específicas, de apósitos húmedos para secar las vesículas.
- De acuerdo a la intensidad de la lesión y de la fase en la que se encuentre, es posible que tu médico te recete corticoides orales.
- Antibióticos: en caso de que se haya producido una infección por bacterias.
- Productos emolientes: pueden ser útiles también para paliar la sequedad de la piel o posibles grietas o fisuras; también pueden usarse cremas hidratantes de mantenimiento entre los brotes. Una crema altamente recomendable es Foot Rescue de la marca Salvelox que además de hidratar de forma intensa las manos y los pies, también ofrece una acción fungicida.
- Antihistamínicos orales: pueden ayudar a calmar el picor que producen las pequeñas ampollas.
- Otros tratamientos más específicos: la fototerapia (PUVA) u otros fármacos sistémicos o tópicos se han venido aplicando en casos particularmente intensos y con brotes continuos. Es el dermatólogo el que valorará el más indicado en estas situaciones.
Remedios para calmar sus efectos
Toma las siguientes precauciones para ayudarte a controlar o calmar los síntomas de los brotes de la dishidrosis:
- 1. No te rasques.
Esto puede provocar un aumento de la duración de la lesión y del peligro de una infección. Además, puede producir un engrosamiento de la piel, lo cual dificulta el tratamiento. - 2. Lávate las manos con cuidado.
Usa agua tibia o fría y jabones suaves, libres de perfumes. Después, sécalas bien, especialmente entre los dedos. - 3. Hidrátate las manos a diario.
Échate crema cada vez que lo necesites para mantener tu piel suave y bien nutrida, si es posible, en la piel húmeda o mojada. Utiliza cremas hidratantes o lociones sin alcohol o fragancias. - 4. Evita el contacto con sustancias irritantes.
Desde detergentes y disolventes a pieles y pulpas de frutas y vegetales especialmente ácidas, como el limón o el tomate. Utiliza, de preferencia, guantes de vinilo - 5. Si eres alérgico, aléjate del níquel.
Evita tanto el contacto con objetos fabricados con este mineral, como los alimentos que lo pueden contener. Por ejemplo, judías, cebollas, maíz, espinacas, tomates, guisantes, cacahuetes, pasas, té, cacao, col y las conservas en lata. - 6. Cuida la higiene de tus pies.
Lávalos y sécalos a fondo todos los días o siempre que sea necesario como, por ejemplo, después de hacer deporte. Después, hidrátalos bien y evita los hongos con cremas hidratantes y fungicidas como Foot Rescue All in one. - 7. Lleva calzado con suela de piel.
Y también, calcetines de algodón. Al contrario que los sintéticos, los materiales naturales permiten al pie transpirar mejor. Si sudas mucho, cambia tus calcetines al menos dos veces al día. - 8. Aprende a relajarte.
Las situaciones emocionales intensas ayudan a que tengas un brote así que practica técnicas de relajación y respiración o actividades como el yoga, el taichí o la meditación.
Si bien la mayoría de los trastornos de la piel no traen mayores problemas a veces pueden agravarse porque no les atendemos a tiempo o de la forma adecuada. Ponte en contacto con tu médico si crees que podrías tener dishidrosis.