El 13 de junio es el Día Europeo de la prevención del cáncer de piel, la dermatóloga Dra. Carmen Galera, nos habla sobre esta enfermedad, cómo se puede prevenir y cómo se puede tratar.
Índice de contenidos
¿En qué consiste el cáncer de piel?
El cáncer de piel es el cáncer más frecuente en el cuerpo humano.
¿Cuál es la causa del cáncer?
El factor externo o ambiental que más puede condicionar la aparición de un cáncer de piel es el sol.
Actúa de dos formas:
– A través de quemaduras (cuando nos enrojecemos la piel). Las quemaduras solares repetidas, sobre todo en la infancia, influyen mucho en desarrollar cáncer de piel tipo melanoma.
– El bronceado crónico, continuo, sin tanta rojez (muy visto en personas que trabajan muchas horas al sol o se exponen a lámparas de rayos UVA) condiciona el cáncer de piel tipo espinocelular y basocelular que conlleva intervenciones quirúrgicas en áreas faciales que pueden ser deformantes en muchos casos y que tienen tendencia a volver a salir.
Una persona que es morena porque su piel es así, tiene un fototipo 4 ó 5, tiene una mayor protección pero la persona que lo es a base de esforzarse para serlo, desarrollará también envejecimiento solar (arrugas, flacidez, etc.).
¿Quién tiene más riesgo de padecer cáncer de piel?
Las personas que tienen más riesgo de padecer todos los tipos de cáncer de piel son las que tienen fototipos de piel clarita.
Hay 5 fototipos descritos: el de piel más clarita es el fototipo 1, el que siempre se quema y nunca se broncea, el albino, en el otro extremo está la piel negra, fototipo 5, que nunca se quema.
Riesgos para el cáncer de piel:
– Fototipo claro 1-2 (piel, ojos y pelo claro)
Si alrededor de los 30 años aparece un lunar nuevo hay que tenerlo controlado, ver si crece rápido, si se pone oscuro, en esos casos es recomendable consultar.
¿Qué tratamientos se aplican?
Normalmente, si tenemos dudas razonables de que puede haber un lunar que está cambiando, que está apareciendo una atipia, que hay una displasia, que puede haber una alteración celular, lo quitamos.
Vigilamos nuestros lunares:
- si son simétricos
- si tienen bordes dentados,
- si tienen algún color oscuro,
- o que si han cambiado de forma, tamaño o color.
Las cicatrices no quedan muy bien al quitar los lunares.
Si no está tan claro de que se trata de algo malo, se pueden hacer revisiones a los 3, 6 y 12 meses.
Si no se encuentra nada sospechoso, recomendamos que la persona se autoexplore, y, en aquellas zonas que no pueda hacerlo solo, como la espalda, le pida a alguien que lo haga, aproximadamente 1 vez al mes.
Esto creará un mapa mental y ayudará a darnos cuenta si hay algo diferente.
Hay distintos grados de malignidad.
El melanoma que profundiza unos milímetros más hacia adentro tiene mucho riesgo de dar metástasis y tener muy mal pronóstico, pero la mayoría se cura, como están a la vista, si el paciente se observa, acude al dermatólogo y éste se lo quita.
¿Qué mensaje quieres dejar para quiénes nos siguen?
– Foto protección (factor 50)
– No tomar mucho el sol