El Dr. Jesús Jurado-Palomo, especialista en Alergología del Hospital General Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina, nos habla sobre la alergia respiratoria de interior.
Índice de contenidos
¿Qué es la alergia?
La alergia, también denominada “reacción de hipersensibilidad tipo I”, es una respuesta exagerada, inapropiada y equivocada del sistema inmunológico, mediante la cual reacciona frente a sustancias inocuas (por ejemplo, pólenes, epitelios de animales, ácaros del polvo o esporas de hongos), identificándolas como nocivas.
Dicha reacción, en lugar de ser beneficiosa para el paciente, produce síntomas y/o signos que afectan a la calidad de vida, siendo necesario la utilización de fármacos (antihistamínicos, glucocorticoides, antiasmáticos, adrenalina, etc.) o inmunoterapia (vacuna) que modifique el curso evolutivo de la enfermedad alérgica.
El polvo es un ecosistema complejo compuesto por una mezcla de materia inorgánica y orgánica, entre las que existen ácaros, esporas de hongos, resto de escamas cutáneas, etc(1).
Alergia a ácaros
Los ácaros del polvo, causantes de patología alérgica respiratoria se encuentran preferentemente en dos ecosistemas: la vivienda y los almacenes, siempre que existan unos factores ambientales que favorezcan su crecimiento, siendo la temperatura óptima de 25 a 35ºC, con una humedad relativa alta desde el 50% hasta más del 75%. (2),(3),(4),(5),(6),(7),(8)
En la España peninsular, los ácaros del polvo doméstico pertenecen mayoritariamente a la familia Pyroglyphidae (principalmente las especies Dermatophagoides pteronyssinus y Dermatophagoides farinae), quienes conviven con el hombre alimentados por descamaciones dérmicas, encontrándose en mayor número en colchones, sofás y muebles revestidos de material textil.
La principal fuente de alérgenos son las partículas fecales(4). En climas tropicales y subtropicales, como Canarias, el ácaro Blomia tropicalis es una fuente importante de alérgenos del polvo doméstico.
Entre los ácaros de almacenamiento como puedan ser las cocheras de los domicilios se han descrito diferentes especies como por ejemplo Lepidoglyphus destructor.
Para poder “blindar” nuestra casa, son imprescindibles las medidas de evitación que reduzcan la exposición a las diferentes fuentes alergénicas(7),(9),(10).
¿Cómo limpiar para evitar la alergia?(2),(1),(8)
Aunque el aspirado no mata a los ácaros del polvo, elimina los alérgenos de las partículas fecales. Se recomienda el aspirado realizado por una persona no alérgica, siempre que no esté presente el paciente durante su realización ni en los 20 minutos siguientes, con una regularidad semanal utilizando aspiradores con filtro de alta captación HEPA (High Efficiency Particulate Air)(8).
En caso de ser realizado por el paciente, éste debería utilizar una mascarilla. Si no se dispone de dichos filtros, son de utilidad las bolsas con doble grosor y los filtros de poliéster o electrostáticos.
¿Cuáles son aquellos lugares donde la población de ácaros del polvo es mayor, y donde habría que hacer especial énfasis? Colchones, almohadas, mantas, somier, moquetas, alfombras, cortinas, sillones y peluches(7).
Se debe limitar el número de muebles al mínimo imprescindible: preferentemente muebles cerrados y separados de la pared (que permita limpiar la parte trasera).
El lavado de ropa de cama y cubiertas de forma semanal, con cualquier detergente a 50º-60ºC durante 8 a 12 minutos, es efectivo; e incluso si se añade lejía, puede erradicarse el 98% de los alérgenos de los ácaros del polvo(11).
Es efectivo el lavado en seco para moquetas y alfombras, aunque menos que el descrito con agua caliente.
¿Cómo debe ser nuestra ropa de cama y nuestro colchón? (2),(1),(8),(12)
Se recomienda el empleo de fundas antiácaros para colchones y almohadas, con poros menores de 10 mm, que aunque permiten la transpiración, impiden el paso de alérgenos.
La eliminación de colchones y almohadas viejos, junto con el empleo de una cubierta plástica que cierre el canapé son otras medidas eficaces.
Los acaricidas (agentes químicos que matan a los ácaros del polvo) como por ejemplo: piretrinas, bencil-benzoatos, óxido de propileno, ácido tánico o metil-pirimifos; suelen ser tóxicos en niños y animales domésticos, contraindicaría su utilización en la cama, además de que la muerte del ácaro no soluciona el que permanecerían aún las partículas fecales(12).
Así, colchones y almohadas, deben aspirarse durante 10 minutos por cada cara de forma mensual y exponerlos al sol durante 30 minutos en unas 2 ó 3 ocasiones al año.
Es de recibo que colchones y almohadas estén fabricados con materiales sintéticos (mejor si son de gomaespuma, látex o material acrílico) o estén enfundados en materiales no permeables.
Clásicamente se ha considerado que las camas y almohadas de plumas tienen mayor riesgo, aunque algunos estudios recientes, las recomiendan por delante de los materiales sintéticos en caso de ser nuevas.
Cuidado en los dormitorios infantiles o con los mayores
Los síntomas y/o signos que pueden hacer sospechar que estamos ante un caso de alergia (o reacción de hipersensibilidad) ante neumoalérgenos (sustancias que se respiran; tales como pólenes, ácaros del polvo, esporas de hongos o epitelios de animales) son: salvas de estornudos, sensación de obstrucción nasal, rinorrea (mucosidad) nasal acuosa, prurito (picor) nasal o conjuntival, tos, disnea (fatiga o falta de aire), y sibilancias (pitos) torácicas(11).
Cada vez con mayor frecuencia, nos encontramos pacientes con edades menores con mayor sensibilización a neumoalérgenos, entre ellos, los ácaros del polvo.
Se debe prestar especial cuidado al contacto con peluches en la infancia, por cuanto constituyen una fuente importante de alérgenos fecales de ácaros(8),(12).
De la misma forma, en los últimos años se ha objetivado un aumento de alérgicos en personas mayores, que con frecuencia asocian otro tipo de patología o enfermedades de forma concomitante.
¿Es conveniente usar el aire acondicionado?(13),(14),(15),(16)
Se puede utilizar aire acondicionado con filtros HEPA, que eliminarían los alérgenos e irritantes.
Durante las vacaciones del período estival, se debe prestar especial cuidado con el polvo de la tapicería del vehículo en aquellos viajes que se presupongan largos(17).
Y a la llegada a la “segunda vivienda”, por regla general cuando se hospede en una vivienda cerrada, se deberá realizar las adecuadas medidas de evitación de ácaros del polvo, al menos 24 horas antes de la “llegada del paciente alérgico”.
En países de clima templado como España, la población de ácaros del polvo varía según la estación, siendo baja a comienzo de verano, experimentando una elevación progresiva hasta el comienzo del otoño, con un posterior descenso en otoño e invierno.
La mayor ventilación y falta de utilización de calefacción en verano produce un aumento de la humedad relativa del aire.
Mientras que en los meses invernales, no se suelen abrir puertas ni ventanas, que junto con el empleo de calefacción, genera un clima caliente muy seco que es desfavorable para su crecimiento.
Alergia a epitelios de animales
Perro y gato con las mascotas más comunes en los domicilios, siendo por lo tanto la causa más frecuente de alergia a mascotas. (18),(19),(20)
No obstante se ha descrito además a otros animales como: cobaya, hámster, conejo, chinchillas, hurones, ardillas, aves domésticas, etc.
Los alérgenos están presentes en las secreciones de las glándulas salivares y sebáceas, además de sus excretas, produciéndose los síntomas y/o signos alérgicos cuando se produce el contacto con la caspa, el epitelio, la saliva, la orina o el suero de los animales.
Las partículas alergénicas se depositan en suelo y muebles, volviendo a re-suspenderse en el aire ante cualquier movimiento. Los alérgicos presentan síntomas al entrar en domicilios donde hay animales aunque no estén presentes en ese momento.
Aquellos domicilios con uno o más gatos presentan niveles de alérgeno mayoritario superiores a 10 mg/g de polvo, mientras que en casas donde no hay gato, los niveles alcanzados se sitúan entre 1 y 10 mg/g de polvo.
Según estimaciones, concentraciones de alérgeno mayoritario de perro (Fel d1) y gato (Can f1) entre 1 y 8 mg/g de polvo, y entre 2 y 20 ng/m3 de aire, se asocian a mayor riesgo de sensibilización a perro y gato.
En el ambiente escolar, se ha detectado concentraciones de alérgenos de perro y gato, entre 2 y 50 mg/g de polvo en el suelo y en la tapicería de las sillas, y de 2,5 mg/g de polvo en los asientos de los transportes públicos. Los escolares con gato en su domicilio contaminan su ropa, siendo el medio de transporte.
Recomendaciones para convivir con tu mascota y tu alergia (18),(13)
El animal debería de estar en un área del domicilio que siempre debería ser fuera del dormitorio, procurando utilizar cubiertas impermeables en la almohada y el colchón.
Puesto que la moqueta y las alfombras se comportan como reservorios de alérgenos de animales, se deberían de eliminar. Además, son útiles los limpiadores de aire con filtros de alta captación HEPA (High Efficiency Particulate Air) o filtros electrostáticos en el dormitorio(21),(22),(23).
Existen en el mercado, productos con capacidad de apelmazar los alérgenos (Vetriderm®) que dificultan la inhalación por parte del paciente alérgico, ya que los hacen más pesados.
Se debe de lavar al perro unas dos veces a la semana, ya que el baño disminuye las concentraciones de alérgenos que se desprenden al aire, recuperándose unos 3 días más tarde, aunque esta recomendación con frecuencia se muestra insuficiente(19),(24),(25).
En cuanto a los gatos, se conoce que las hembras son menos alergénicas que los machos, y que los gatos castrados producen menor cantidad de alérgeno mayoritario(26).
Todavía está en discusión la recomendación de tener gatos seleccionados genéticamente que produzcan menor cantidad de alérgeno mayoritario, siendo un problema su alto coste económico y la falta de evidencia científica en la actualidad.
Alergia a cucarachas
Aunque se han descrito más de 4.000 especies de cucarachas, de forma global, las más importantes son: la cucaracha americana (Periplaneta americana) y la cucaracha alemana (Blattella germanica), siendo menos conocidas la cucaracha oriental (Blatta orientalis) y la cucaracha de Madeira (Leucophaea maderae). (27),(28),(29),(30)
Existen diferentes medidas de evitación de cucarachas, desde las realizadas por profesionales especialmente dedicados a ello (con labores de extermino con trampas y pesticidas) hasta las realizadas por los propios pacientes y su familia en su propia casa (31),(32).
Dentro de estas últimas se han descrito: eliminación diaria de la basura que deberá mantenerse fuera de casa, guardar la comida en contenedores cerrados herméticos, lavando diariamente la vajilla (ya que los restos de grasa constituyen una fuente potencial de comida), evitar el goteo del grifo, lavavajillas o frigorífico (ya que se evita el suministro de agua), junto con la aspiración y limpieza diaria del domicilio, con sellado de rendijas que puedan servir de puerta de entrada(31),(32).
Alergia a hongos
La micología es la ciencia que se ocupa del estudio del heterogéneo y variado grupo de los hongos, organismos nucleados, sin clorofila, alimentándose por la absorción de nutrientes de su entorno y que producen esporas fúngicas. (33),(34),(35)
Dentro del reino Fungi al que pertenecen, se clasifican en varios filos (Phyla) de hongos verdaderos: Zygomycota (Zygomicetos), Chytridiomycota, Basidiomycota (Basidiomicetos) y Ascomycota (Ascomicetos).
Los hongos imperfectos de reproducción asexual pertenecen a la categoría Deuteromycotina (Deuteromicetos).
A su vez, se dividen en diferentes géneros de los que los más conocidos son: Alternaria(35),(36),(37),(38), Cladosporium, Aspergillus(39) y Penicillium.
Los dos primeros de ellos son hongos de presencia en el exterior, mientras que los dos últimos son considerados más de interior. El clima húmedo favorece el crecimiento de los hongos, mientras que en los días soleados y ventosos, se favorece la diseminación de sus esporas.
¿Dónde se encuentran las esporas fúngicas que pueden ocasionar alergia?(33),(34)
Dentro de casa, las esporas de hongos abundan en lugares donde es patente la existencia de humedad, como pueden ser: cuartos de baño con ventilación inadecuada, marcos de ventanas con condensación, sótanos o bodegas húmedas, papeles pintados y frisos sobre paredes húmedas, productos textiles con humedad, humidificadores y aparatos de aire acondicionado, junto con alimentos almacenados.
Fuera de casa, hay que tener en cuenta que las tormentas de aire con polvareda son capaces de reflotar las esporas fúngicas depositadas en suelos con hojas en descomposición.
Al ser capaces de descomponer, degradar y aprovechar la celulosa, el almidón y la materia orgánica, es frecuente su presencia en invernaderos, establos, graneros y silos de almacenamiento.
Diversas actividades como segar, cosechar, cortar el césped, ganaderos en establos, agricultores en graneros y molinos, y panaderos, pueden ocasionar síntomas respiratorios en pacientes alérgicos a esporas de hongos.
¿Cuáles son las recomendaciones para evitar la exposición a esporas fúngicas en aquellos pacientes alérgicos a las mismas? ¿Cómo afecta a los aparatos de deshumidificación?(33),(34)
Puesto que una de las dependencias con mayor humedad dentro de casa es el cuarto de baño, se debe de mantener seco, especialmente la ducha, toallas y alfombras, evitando la utilización en la medida de lo posible de esponjas de baño, cortinas de ducha y alfombrillas de goma, o secándolas al terminar de utilizarlas.
Otra fuente son los alimentos almacenados, procurando no dejar alimentos fuera del frigorífico, debiendo eliminar las bolsas de basura con restos de materia orgánica, tan rápido como sea posible.
Además, es conveniente retirar los enseres dañados por la humedad, no guardando ropa o zapatos húmedos en armarios o zonas mal ventiladas.
De forma general, se debe evitar el uso de humidificadores, junto con un óptimo mantenimiento de los aparatos de calefacción y aire acondicionado, con agua limpia y filtros renovados.
En aquellas épocas con mayor humedad se puede emplear los deshumidificadores, evitando que se contaminen los circuitos del mismo, ya que en caso contrario, se produciría la aerosolización de las esporas fúngicas.
En cuanto a las plantas ornamentales de interior, se deben evitar, pero en caso de contrario, se deben eliminar las flores no frescas, evitando remover la tierra de las macetas.
De forma similar a las recomendaciones de medidas de evitación de los ácaros, se debe aspirar el dormitorio evitando la acumulación de polvo, siendo preferible el uso de cojines, alfombras y fundas de muebles de fibra sintética.
Referencias bibliográficas
- Carrillo Díaz T. Alergia al polvo ¿qué son los ácaros y cómo evitarlos? Capítulo 8: Los responsables de la rinoconjuntivitis y el asma alérgica). En: Zubeldia JM, Baeza ML, Jáuregui I, Senent CJ. Libro de las enfermedades alérgicas de la Fundación BBVA. Fundación BBVA, 2012. ISBN: 978-84-92937-15-8. URL disponible en: htpp://www.alergiafbbva.es.
- Moral de Gregorio AJ, Carretero Añíbarro P, Mateo Borrega MB, Zapata Yébenes JJ. Principales alérgenos de interior. En: Dávila González IJ, Jáuregui Presa I, Olaguibel Rivera JM, Zubeldia Ortuño JM. Tratado de alergología (Tomo I): Págs. 287-310. 2a Edición. Editorial Ergón, Majadahonda 2015. ISBN: 978-84-16270-36-1.
- Linneberg A, Dam Petersen K, Hahn-Pedersen J, Hammerby E, Serup-Hansen N, Boxall N. Burden of allergic respiratory disease: a systematic review. Clin Mol Allergy CMA. 2016;14:12.
- Thomas WR. House Dust Mite Allergens: New Discoveries and Relevance to the Allergic Patient. Curr Allergy Asthma Rep. septiembre de 2016;16(9):69.
- Singh M, Hays A. Indoor and Outdoor Allergies. Prim Care. septiembre de 2016;43(3):451-63.
- Patel S, Meher BR. A review on emerging frontiers of house dust mite and cockroach allergy research. Allergol Immunopathol (Madr). diciembre de 2016;44(6):580-93.
- Raulf M, Bergmann KC, Kull S, Sander I, Hilger C, Brüning T, et al. Mites and other indoor allergens – from exposure to sensitization and treatment. Allergo J Int. 2015;24(3):68-80.
- Yu S-J, Liao E-C, Tsai J-J. House dust mite allergy: environment evaluation and disease prevention. Asia Pac Allergy. octubre de 2014;4(4):241-52.
- Pevec B, Pevec MR, Marković AS, Batista I. [House dust mite allergy–living with the invisible roommates]. Acta Medica Croat Cas Hravatske Akad Med Znan. mayo de 2012;66(2):95-103.
- Nankervis H, Pynn EV, Boyle RJ, Rushton L, Williams HC, Hewson DM, et al. House dust mite reduction and avoidance measures for treating eczema. Cochrane Database Syst Rev. 19 de enero de 2015;1:CD008426.
- Calderón MA, Linneberg A, Kleine-Tebbe J, De Blay F, Hernandez Fernandez de Rojas D, Virchow JC, et al. Respiratory allergy caused by house dust mites: What do we really know? J Allergy Clin Immunol. julio de 2015;136(1):38-48.
- Pingitore G, Pinter E. Environmental interventions for mite-induced asthma: a journey between systematic reviews, contrasting evidence and clinical practice. Eur Ann Allergy Clin Immunol. mayo de 2013;45(3):74-7.
13. Moral de Gregorio AJ, Carretero Añíbarro P, Mateo Borrega MB, Zapata Yébenes JJ. Principales alérgenos de interior. En: Dávila González IJ, Jáuregui Presa I, Olaguibel Rivera JM, Zubeldia Ortuño JM. Tratado de alergología (Tomo I): Págs. 287-310. 2a Edición. Editorial Ergón, Majadahonda 2015. ISBN: 978-84-16270-36-1.
14. Carrillo Díaz T. Alergia al polvo ¿qué son los ácaros y cómo evitarlos? Capítulo 8: Los responsables de la rinoconjuntivitis y el asma alérgica). En: Zubeldia JM, Baeza ML, Jáuregui I, Senent CJ. Libro de las enfermedades alérgicas de la Fundación BBVA. Fundación BBVA, 2012. ISBN: 978-84-92937-15-8. URL disponible en: https://www.alergiafbbva.es
15. Pingitore G, Pinter E. Environmental interventions for mite-induced asthma: a journey between systematic reviews, contrasting evidence and clinical practice. Eur Ann Allergy Clin Immunol. mayo de 2013;45(3):74-7.
16. Yu S-J, Liao E-C, Tsai J-J. House dust mite allergy: environment evaluation and disease prevention. Asia Pac Allergy. octubre de 2014;4(4):241-52.
17. Arroyave WD, Rabito FA, Carlson JC, Friedman EE, Stinebaugh SJ. Impermeable dust mite covers in the primary and tertiary prevention of allergic disease: a meta-analysis. Ann Allergy Asthma Immunol Off Publ Am Coll Allergy Asthma Immunol. marzo de 2014;112(3):237-48.
18. De las Heras Gozalo M. Alergia a las mascotas y otros animales. Capítulo 10: Los responsables de la rinoconjuntivitis y el asma alérgica). En: Zubeldia JM, Baeza ML, Jáuregui I, Senent CJ. Libro de las enfermedades alérgicas de la Fundación BBVA. Fundación BBVA, 2012. ISBN: 978-84-92937-15-8. URL disponible en: htpp://www.alergiafbbva.es. En.
19. Erwin EA, Woodfolk JA, Custis N, Platts-Mills TAE. Animal danders. Immunol Allergy Clin North Am. agosto de 2003;23(3):469-81.
20. Morris DO. Human allergy to environmental pet danders: a public health perspective. Vet Dermatol. octubre de 2010;21(5):441-9.
21. Corey JP. Environmental control of allergens. Otolaryngol–Head Neck Surg Off J Am Acad Otolaryngol-Head Neck Surg. septiembre de 1994;111(3 Pt 2):340-7.
22. Lau-Schadendorf S, Wahn U. [Prevention of exposure in respiratory allergies]. Ther Umsch Rev Ther. enero de 1994;51(1):61-6.
23. Carazo Fernández L, Fernández Alvarez R, González-Barcala FJ, Rodríguez Portal JA. Indoor air contaminants and their impact on respiratory pathologies. Arch Bronconeumol. enero de 2013;49(1):22-7.
24. Akiyama K. [Environmental allergens and allergic diseases]. Rinsho Byori. enero de 1997;45(1):13-8.
25. Ownby DR. Pet dander and difficult-to-control asthma: The burden of illness. Allergy Asthma Proc. octubre de 2010;31(5):381-4.
26. Grönlund H, Saarne T, Gafvelin G, van Hage M. The major cat allergen, Fel d 1, in diagnosis and therapy. Int Arch Allergy Immunol. 2010;151(4):265-74.
27. Moral de Gregorio AJ, Carretero Añíbarro P, Mateo Borrega MB, Zapata Yébenes JJ. Principales alérgenos de interior. En: Dávila González IJ, Jáuregui Presa I, Olaguibel Rivera JM, Zubeldia Ortuño JM. Tratado de alergología (Tomo I): Págs. 287-310. 2a Edición. Editorial Ergón, Majadahonda 2015. ISBN: 978-84-16270-36-1.
28. Patel S, Meher BR. A review on emerging frontiers of house dust mite and cockroach allergy research. Allergol Immunopathol (Madr). diciembre de 2016;44(6):580-93.
29. Do DC, Zhao Y, Gao P. Cockroach allergen exposure and risk of asthma. Allergy. abril de 2016;71(4):463-74.
30. Hilger C, Kuehn A, Raulf M, Jakob T. Cockroach, tick, storage mite and other arthropod allergies: Where do we stand with molecular allergy diagnostics?: Part 15 of the Series Molecular Allergology. Allergo J Int. 2014;23(6):172-8.
31. Chew GL. Assessment of environmental cockroach allergen exposure. Curr Allergy Asthma Rep. octubre de 2012;12(5):456-64.
32. Portnoy J, Chew GL, Phipatanakul W, Williams PB, Grimes C, Kennedy K, et al. Environmental assessment and exposure reduction of cockroaches: a practice parameter. J Allergy Clin Immunol. octubre de 2013;132(4):802-808-25.
33. Bartra Tomás J, Sáenz de San Pedro B, Navarro Seisdedos LA, Martínez Quesada J. Los hongos como alérgenos. En: Dávila González IJ, Jáuregui Presa I, Olaguibel Rivera JM, Zubeldia Ortuño JM. Tratado de alergología (Tomo I): Págs. 274-86. 2a Edición. Editorial Ergón, Majadahonda 2015. ISBN: 978-84-16270-36-1.
34. Senent Sánchez CJ. Alergia a la humedad ¿qué son los hongos y cómo evitarlos? Capítulo 9: Los responsables de la rinoconjuntivitis y el asma alérgica). En: Zubeldia JM, Baeza ML, Jáuregui I, Senent CJ. Libro de las enfermedades alérgicas de la Fundación BBVA. Fundación BBVA, 2012. ISBN: 978-84-92937-15-8. URL disponible en: htpp://www.alergiafbbva.es.
35. Gabriel MF, Postigo I, Tomaz CT, Martínez J. Alternaria alternata allergens: Markers of exposure, phylogeny and risk of fungi-induced respiratory allergy. Environ Int. mayo de 2016;89-90:71-80.
36. Kustrzeba-Wójcicka I, Siwak E, Terlecki G, Wolańczyk-Mędrala A, Mędrala W. Alternaria alternata and its allergens: a comprehensive review. Clin Rev Allergy Immunol. diciembre de 2014;47(3):354-65.
37. Sharpe RA, Bearman N, Thornton CR, Husk K, Osborne NJ. Indoor fungal diversity and asthma: a meta-analysis and systematic review of risk factors. J Allergy Clin Immunol. enero de 2015;135(1):110-22.
38. Akiyama K. [The role of fungal allergy in bronchial asthma]. Nihon Ishinkin Gakkai Zasshi Jpn J Med Mycol. 2000;41(3):149-55.
39. Moreno-Ancillo A, Gil-Adrados AC, Pineda F, Jurado-Palomo J, Gutiérrez-Fernández D, Moreno-Gil R. Fungal Allergens in a Saxophonist Who Had Never Smoked With Allergic Bronchopulmonary Aspergillosis Previously Diagnosed as COPD. J Investig Allergol Clin Immunol. 2016;26(6):386-8.