En este artículo te la Dra. Nathalie Orens te explica sobre cómo eliminar el acné , en particular con métodos naturales.
El acné se considera una enfermedad inflamatoria crónica con expresión en la piel, en los casos más graves puede dejar cicatrices y hasta un 80% de las personas pueden sufrirlo en algún momento de sus vidas. Las personas que sufren acné moderado a severo tienen antecedentes familiares, generalmente de primer grado, que también lo tienen.
Su distribución característica es en mejilla, frente, barbilla y espalda de individuos afectados.
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¿Por qué se produce el acné?
Sabemos que hay varios factores implicados en la producción del acné, entre otros, la hipersecreción sebácea, la proliferación de Propionibacterium acnes, cambios en la microbiota cutánea e intestinal y alteraciones de la inmunidad innata.
No se ha observado relación entre el acné y el ciclo menstrual. Algunos tipos de alimentos pueden empeorar el acné o ayudar a su producción.
La hipersecreción sebácea estaría relacionada a la estimulación androgénica. Tanto hombres como mujeres tienen hormonas androgénicas. La cuestión es ¿por qué en algunos/as de ellos/as esto afecta su piel al punto de generar acné moderado a severo?
La respuesta no es fácil: hay algún condicionamiento genético todavía en evaluación, las cepas de Propionibacterium acnes pueden ser unas más virulentas que otras, los cambios en microbiota jugarían un papel importante en el desequilibrio del microorganismo involucrado y la alteración de la inmunidad local también.
¿El acné es una infección de las glándulas sebáceas?
Es más que eso. Propionibacterium acnes no es sólo una bacteria presente en nuestra piel de forma normal y habitual sino que también podemos encontrarla en la conjuntiva, la cavidad oral, el tracto intestinal y el conducto auditivo externo.
Esta bacteria juega un papel decisivo también en la defensa de nuestro organismo frente a otras bacterias que intentan colonizarlo, por lo tanto, “no es la mala de la película”. No, esto es mucho más complejo.
Resumiendo lo que sucede podemos decir que Propionibacterium acnes, al ir colonizando los conductos sebáceos, comienza a generar una respuesta inmune.
Si el equilibrio entre los diferentes factores es el correcto, podremos no tener acné o tener uno leve y resolverse “fácilmente” pero el problema surge cuando el acné empeora y pasa a un grado mayor produciendo pápulas, pústulas o nódulos inflamatorios.
La inflamación persistente no es sólo producto de la invasión de P. acnes, es algo mucho más complejo, como he dicho antes, y que sigue siendo objeto de estudio a día de hoy.
Tratamientos tópicos y orales
Los antibióticos tópicos o vía oral siguen utilizándose de primera elección pero estamos teniendo problemas con la resistencia microbiana.
Desde hace unos años se sabe que el zinc, oligoelemento esencial, juega un rol fundamental en la inflamación-infección en distintas zonas de nuestro organismo. Un interesante estudio publicado en 2014 planteó en sus conclusiones que había encontrado un descenso de los niveles de zinc sérico en personas con acné severo.
¿Es posible que nuestro organismo, luchando por mantener el equilibrio consuma su zinc o el zinc se consume por otros motivos lo que lleva a un empeoramiento del acné?
Aunque esto requiere más investigación para poder comprender esta relación, se sabe también que la aplicación de zinc solo de forma local, no mejoraría las lesiones por acné. Los productos tópicos en combinación con un antibiótico tópico podrían mejorar la tolerancia al tratamiento y los resultados en el acné leve.
Como la formación del acné es un proceso en el cual hay más de un protagonista, es muy posible que tratamientos tópicos, solos, o se queden cortos en su efectos o sean muy agresivos para la piel.
El tratamiento oral con Isotretinoína debe ser indicado por un/a médico. Tiene una serie de contraindicaciones muy a tener en cuenta y también efectos secundarios conocidos que, a veces, son mal tolerados. Sigue siendo el tratamiento de elección en el acné grave.
¿Qué se puede hacer en los casos más leves-moderados?
El tratamiento del acné debería enfocarse de forma global, desde varios puntos de vista y tratarse lo más pronto posible.
No todos los tratamientos son susceptibles de realizarse en niños menores de 12 años (como es el caso de la Isotretinoína) y los antibióticos tópicos ya no resultan tan eficaces como hace 15-20 años.
El mal uso o uso abusivo de antibióticos ha generado cepas resistentes de P. acnes y probablemente de otras bacterias. Esto podría llevar a que tratamientos antibióticos útiles en otras patologías, dejen de serlo por la resistencia generada en el tratamiento del acné (entres otros)
Dicho esto, el tratamiento del acné debe ser multimodal: higiene de la zona , dieta “anti acné”, reequilibrio de la microbiota, y tratamiento antibiótico cuando sea necesario.
La microbiota: un concepto nuevo en el tratamiento del acné
En mayo de 2020 se publicó una revisión acerca del efecto de probióticos orales sobre el control del acné leve a moderado.
Se ha visto que los probióticos in vitro que son, por ejemplo, capaces de inhibir el sobrecrecimiento de P. acnes, tendrían efectos moduladores sobre los queratinocitos y células de la piel, inhibiendo la citocina IL8.
Pequeños estudios intervencionistas han concluido que el uso de probióticos en conjunción con antibióticos o solos, pueden mejorar la evolución del acné.
Faltan más estudios intervencionistas, a mayor escala, pero estos resultados pueden ser muy prometedores teniendo en cuenta la resistencia cada vez mayor de P. acnes a los antibióticos y teniendo en cuenta que estos últimos también “matan” bacterias de nuestra piel y de otros órganos que vienen a cumplir un equilibrio importante con el resto del sistema. Por lo tanto, tomar antibióticos no es “gratis” para nuestro cuerpo.
Cuando se habla de microbiota, conjunto de bacterias, virus, hongos, protozoos y arqueas que habitan en nuestro cuerpo y hacen simbiosis con él, no nos referimos sólo a la de la piel. La más estudiada a día de hoy es la microbiota intestinal.
Aunque el o los mecanismos de comunicación entre el intestino y la piel no se conocen bien, el acné parecería plantear una conexión entre el intestino y la piel, lo que podría evidenciar que puede ser una manifestación de un problema sistémico que involucra bacterias intestinales y una mayor permeabilidad.
Las especies más estudiadas hasta ahora son Lactobacillus acidophilus y Bifidobacterium bifidum.
Probiac
Hoy analizamos Probiac y puedo decirles que como probiótico, es importante valorar varias cuestiones que tiene a su favor:
Primero: la posología, cuantas menos tomas, mejor para favorecer la adherencia al tratamiento. Se recomienda una toma diaria vía oral durante 4 meses mínimo. Generalmente para valorar los efectos de un pre, pro o simbiótico toma unos 3 meses en patologías crónicas por lo que encuentro el tiempo referenciado como habitual.
Segundo: ver los excipientes ¡cuidado con las alergias e intolerancias previas! El producto advierte sobre lo que no contiene. Correcto.
Tercero: las cepas contenidas en el probiótico. Tiene que contener las que tengan más evidencia clínica o más estudios con resultados favorecedores. Contiene Lactobacillus y Bifidobacterium
Advertencia
Nunca sustituyas la alimentación equilibrada por un pre/ probiótico o simbiótico por tu cuenta. Siempre busca asesoramiento médico/nutricional con alguien experto/a en la materia. La alimentación juega un rol fundamental en la microbiota por lo que hay que tenerla muy en cuenta, no sólo en el acné sino en cualquier patología.
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