Fisioterapia pediátrica, beneficios y contraindicaciones

La fisioterapeuta, Ana Isabel Fraile, nos habla sobre la fisioterapia pediátrica. ¿En qué consiste? ¿Qué niños necesitan fisioterapia?

La fisioterapeuta, Ana Isabel Fraile, nos habla sobre la fisioterapia pediátrica. ¿En qué consiste? ¿Qué niños necesitan fisioterapia?

Los niños también sufren dolores, caídas, se rompen huesos, padecen enfermedades, algunos nacen o desarrollan en algún momento de su crecimiento patologías que les impiden moverse correctamente y otros necesitan cuidados paliativos.

fisioterapia pediatrica
Fuente: Smengelsrud

Patologías infantiles más comunes

Sabiendo esto, podríamos nombrar algunas de las patologías más comunes que llegan a manos de los fisioterapeutas:

– Neurológicas: Parálisis cerebral infantil (PCI), parálisis braquial obstétrica (PBO), espina bífida, artrogriposis, enfermedades neuromusculares (atrofia muscular espinal infantil, Charcot-marie-tooth, distrofia muscular de Duchenne) y algunos síndromes (Down y otros genéticos), etc.

– Respiratorias: Bronquiolitis, rinitis y sinusitis, fibrosis quística, alergiasasma infantil.

– Traumatológicas y reumatológicas (son menos comunes pero existen): Tortícolis congénita, artritis idiopática juvenil, esguinces, escoliosis, etc.

– Otras: Cólico del lactante, patologías cardiorespiratorias, oncológicas, autismo, etc.

Siempre que tratamos con la infancia, debemos adaptar el tratamiento a sus gustos y aficiones, tener en cuenta su entorno familiar y social, qué es lo que les gustaría lograr con el tratamiento de fisioterapia (tanto al niño como a sus familiares más cercanos) y colaborar con todos los profesionales que le atiendan.

La fisioterapia en pediatría necesita para su aplicación el conocimiento de las características que diferencian a los adultos de los niños, sus peculiaridades, conocer cómo se desarrolla el cuerpo humano con el paso del tiempo, cómo aprendemos a movernos y qué necesitamos para ello.

Realizar una buena valoración funcional, tener en cuenta el entorno en el que se desarrollan los niños, y la participación de la familia son elementos esenciales para desarrollar un plan de acción mediante el cual logremos los objetivos planteados.

En cuanto a los métodos, conceptos y técnicas que pueden emplear los fisioterapeutas en pediatría encontramos, desde las técnicas más tradicionales (cinesiterapia, movilizaciones, técnicas manuales) hasta las más modernas (técnicas respiratorias, vendaje neuromuscular, Concepto Bobath, Método Le Métayer, Método Vojta, Método Perfetti, Método Therasuit etc).

Por último, destacar que la formación del fisioterapeuta en el método que decida emplear, su experiencia y su conocimiento de los resultados de investigaciones actuales, determinarán su modo de actuación.

También hay que tener claro que, informar, aconsejar, enseñar a la familia y al paciente, así como la prevención de enfermedades y lesiones forma parte de nuestro trabajo.

Aparato respiratorio
Aparato respiratorio. Fuente: LadyofHats.

¿Qué es la fisioterapia respiratoria?

La fisioterapia respiratoria es la dedicada al mantenimiento  y/o recuperación de la funcionalidad del aparato respiratorio utilizando medios físicos.

¿Cómo se puede ver afectado el sistema respiratorio?

El aparato respiratorio está formado por: nariz, faringe, laringe, tráquea, bronquios y pulmones. Los músculos espiratorios e inspiratorios facilitan su función, activándose unos u otros dependiendo de la necesidad y del momento.

Su función principal es la “respiración”, que no debemos  confundir con “ventilación”.

La respiración se trata del intercambio de gases (oxígeno y dióxido de carbono) que tiene lugar entre el aire de los pulmones y los capilares sanguíneos, y entre éstos y las células de todo el organismo.

La ventilación es la entrada y la salida del aire de los pulmones al exterior y viceversa (inspiración y espiración).

De modo que el sistema se puede ver afectado en sus diferentes partes y funciones  por infecciones, modificaciones en la estructura de los tejidos, cambios neurológicos  etc.

¿Qué puede hacer la fisioterapia  para ayudar al aparato respiratorio?

Los objetivos propuestos en las sesiones, varían en función de la patología a tratar. Entre ellos se encuentran: movilización  de secreciones, aumento de la distensibilidad pulmonar, asistencia a la tos,  mejora de la tolerancia al ejercicio, automanejo de secreciones etc.

La fisioterapia utiliza como herramienta principal el flujo del aire (el modo en el que se mueve el aire), modificándolo con ayuda del paciente, o de manera pasiva (sin ninguna acción por parte del paciente) con o sin ayuda de aparatos.

Las técnicas varían en función de la zona afectada, de si hay mucosidad o no, y de la capacidad de participación del paciente. En niños y adultos se deben modificar algunos elementos de las técnicas o utilizar otras diferentes.

Si el moco se encuentra en la zona de la nariz, realizaremos lavados nasales, enseñando a la familia o al propio paciente a realizarlos, y utilizaremos alguna técnica que logre que partículas de aire despeguen y arrastren la mucosidad de esta zona. Similar a lo que ocurre al sorber o sonar.

En la zona de la tráquea, nuestro objetivo es el mismo, pero utilizaremos la tos y otras técnicas.

En el resto de las zonas, mientras haya moco, se utiliza el mismo razonamiento, cambiando el flujo, reduciendo los choques de partículas para evitar colapsos en zonas más estrechas y lograr arrastrar el moco a zonas superiores.

Los fisioterapeutas, utilizamos nuestras manos sobre el tórax o zona abdominal para ayudar a expulsar el aire con un ritmo adecuado.

Para terminar, recordar, que aunque no haya moco, la fisioterapia nos puede ayudar, con ejercicio terapéutico, otras técnicas y enseñanza a la familia y al paciente, en casos como ataques de asma, sensación de fatiga, falta de fuerza, necesidad de uso de aparatos como aerosoles (cartuchos presurizados, inhaladores)  etc.

¿Cuándo recurrir a fisioterapia respiratoria en pediatría?

Cuando el niño se encuentra en un estado patológico respiratorio reversible, es decir, susceptible a cambios y siempre que no se encuentren condiciones que contraindiquen el tratamiento está bien acudir a un fisioterapeuta. Algunos ejemplos: bronquiolitis, fibrosis quística, asma etc.

¿Qué se considera una contraindicación? 

Toda situación aguda e inestable no controlada. Por ejemplo: gran dolor y/o fiebre, enfermedades infecciosas, alteraciones cardiovasculares inestables, hipertensión pulmonar, hemorragia o hemoptisis, edema pulmonar, neumotórax y estado asmático agudo, entre otros.

Es importante contar con el consentimiento médico al respecto (siempre que sea posible) y facilitar la comunicación entre los profesionales que atienden al paciente.

Es posible que algunos desconfíen de la fisioterapia respiratoria por desconocimiento o alguna mala experiencia. De modo que es esencial aclarar todas las dudas que surjan, tanto a la familia como al resto de profesionales.

Qué observar en nuestros hijos:

¿Qué color tiene la piel? ¿Ventila (inspiración y espiración) por la nariz, por la boca, por ambas? Cuando inspira, ¿el abdomen se hincha o entra hacia dentro?¿Qué sonidos se escuchan cuando ventila? ¿Cómo es la tos, en caso de que aparezca? ¿Come bien? ¿Duerme bien? ¿Cómo es la mucosidad?

Saber las respuestas de estas preguntas puede facilitar la actuación sanitaria. De todos modos, los profesionales realizarán la valoración correspondiente dentro de su ámbito de actuación en el momento de la consulta.

Consejos antes de acudir a una sesión de fisioterapia respiratoria infantil:

– No tener fiebre ni estar en situación de contraindicación;
– Haber comido alrededor de dos horas antes;
– Si está utilizando nebulización, si es posible, aplicar media hora antes de la sesión.

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