¿Qué es la glutamina?

La fisioterapeuta, Noemí Lucas, nos envía este artículo sobre la glutamina, patrocinado por El blog de las personas que viven con dolor.

Lo primero que tenemos que saber acerca de la glutamina es que es un aminoácido no esencial. ¿Qué significa eso? Que la glutamina es uno de esos 20 aminoácidos que nuestro organismo sintetiza de forma natural siempre y cuando todo vaya bien.

¿Puede nuestro organismo no producir la suficiente glutamina para cubrir nuestras necesidades funcionales? Por supuesto que sí, precisamente por eso hay tantos complementos alimenticios con glutamina en el mercado.

También podemos ingerir más glutamina en nuestra dieta diaria a través de alimentos ricos en esta sustancia como la carne roja, el pescado, los lácteos, las judías pintas, etc.

¿Para qué sirve la glutamina?

La glutamina es uno de los aminoácidos más presentes e importantes de nuestro organismo ya que cumple varias funciones, es decir, tiene distintos efectos beneficiosos en nuestra salud:

– Ayuda a regenerar y formar nuevos tejidos. Esta función es especialmente importante para personas recientemente operadas o con heridas y cicatrices en proceso de curación.

– Sirve para aumentar la energía perdida. La glutamina es una vieja conocida de los deportistas y los nutricionistas deportivos ya que interviene activamente en la recuperación muscular y energética. Por ese motivo la vemos comercializada a menudo con la etiqueta “componente proteico”.

– Permite recuperar o aumentar la masa muscular. Más de la mitad de la glutamina presente en nuestro cuerpo se encuentra concentrada en los músculos y es ahí donde ejerce la importante función de tonificar y mejorar esa masa muscular perdida por un exceso de ejercicio, un defecto de ejercicio, una dieta hipocalórica, etc.

– Es capaz de reducir la inflamación de las articulaciones. La glutamina actúa, en este caso, de forma muy parecida a la terapia de la Andulación® ya que al aliviar la inflamación se alivia automáticamente la sensación de dolor.

¿Es la glutamina un analgésico contra el dolor?

Sí, por su capacidad de reducir la inflamación de los tejidos y las articulaciones.

Además, el resto de sus propiedades y beneficios para la salud son muy importantes para muchas personas afectadas con patologías crónicas dolorosas: personas diagnosticadas con fibromialgia o con Síndrome de Fatiga Crónica que necesitan un aporte extra de energía para superar el día a día, mujeres y hombres que padecen enfermedades reumáticas que les mantienen inactivos con la consecuente pérdida de masa muscular, personas que han pasado por el quirófano a consecuencia de una hernia, etc.

La medicina lleva cientos de años buscando remedios para el dolor, tanto para el dolor agudo como para el crónico, esa sensación subjetiva que va de la mano de enfermedades como la artritis, la artrosis, la fibromialgia, la lumbalgia, la espondilitis anquilosante…

Las últimas investigaciones se están centrando en la alimentación y en cómo la química de nuestro organismo influye en la percepción del dolor, en esa llamada sensación dolorosa subjetiva que tantos problemas causa a millones de personas en todo el mundo.

¿Puede ser la nutrición la solución futura al dolor? El tiempo nos lo dirá, pero lo que está claro es que “somos lo que comemos” y que mantener una dieta saludable y equilibrada conlleva más ventajas que desventajas.

Por eso precisamente hemos publicado la guía gratuita “Nutrición para las personas que viven con dolor”. Si quieres, ahora puedes descargarla pulsando aquí, es un regalo que te hacemos desde el blog de las personas que viven con dolor.

*Nota informativa: Este artículo está patrocinado por  https://www.hhp.es/blog  Integra Salud Talavera no es responsable del contenido al que dirige este enlace ni guarda relación con el mismo.

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Noemí Lucas. Fisioterapeuta Colegiada Nº 3503.

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